Hablaba el otro día con Kata y Xanatos de una de las más arraigas tradiciones blogueriles: La de poner un post con la foto de tu mascota.
Y me dí cuenta de que es algo que yo aún no he hecho, de modo que decidí solucionarlo.
Pero, como sabes, soy un tipo verborréico, y no podría limtarme a poner una foto sin más. Así que permíteme que te aburra un poco primero:
La popularización de la historia de la teoría de la evolución ha promovido, erróneamente, una especie de "Leyenda fundacional" completamente equivocada.
Esta consistiría en que, al llegar Charles Darwin a las islas Galápagos y ver la cantidad de variaciones sobre el tema "Pinzón" que habitaban allí, dijo algo así como "¡Coño! ¡Se me acaba de ocurrir una teoría de la evolución!".
En realidad, cuando Darwin llegó a las Galápagos, ni siquiera supo reconocer a sus famosos pinzones como pertenecientes a la misma familia. Tras regresar a Inglaterra, Hizo falta que le echase una mano el más brillante ornitólogo inglés del momento, su amigo John Gould.
El mismo Gould había hecho sus propios viajes y descubierto montones de especies. Una de ellas, en Australia, fué el llamado "Pinzón de Gould" o "Diamante de Gould" (Que, en realidad, ya había descubierto poco antes un francés, pero dejemos ese tema).
Y es precisamente, uno de estos Pinzones de Gould el que te quiero presentar, y del que te pongo la foto que te decía:
Y, te preguntarás. ¿A qué viene toda esa historia solo para poner la foto de un pájaro?
Para que entiendas por qué mi bonita mascota se llama Darwin.
Sí, ya lo sé. Soy bastante friki.
Parece que esta vez es la buena. De verdad. Me han llamado por teléfono para decirmelo.
El próximo sábado a las 10:30 en Canal 2 Andalucía, si la autoridad y el tiempo lo permiten, se emite el dichoso reportaje sobre blogs.
O quizás no.
Previsiblemente, ese día yo estaré lejos de cualquier televisor. Ya me contareis si salgo guapo.
El post de "Nos van a joder" no fué más que un simple patalaeo, un cabreo. La acogida que tuvo, a pesar de lo mal escrito que está (Aunque Campanilla lo republicó arreglando la ortografía, el post está mal escrito desde cualquier punto de vista) me demuestra que no soy el único.
Precisamente por su caracter de pataleo, no puse ninguna referencia para quién quisiese ahondar en el tema. Hoy voy a tratar de paliar un poco eso.
Los argumentos que usaba no son, ni mucho menos, originales. Ya los han mencionado, explicado y analizado hasta la saciedad autores tales como el americano Lawrence Lessig (en su libro "Cultura Libre [PDF]", que está distribuido bajo una licencia "Creative Commons") y, en el caso concreto del derecho español (Lessig se centra en el modelo legislativo anglosajón), David Bravo (En "Copia este libro [PDF]", también bajo licencia "Creative Commons").
Además de ellos, muchos otros "expertos" en las cosas estas de la ley, como Pedro J. Canut o Carlos Sánchez Almeida, han hablado (y hablan) largo y tendido sobre estos temas, con mucha más profundidad, capacidad y conocimiento que yo.
Evidentemente, todos los autores que te menciono tienen puntos de vista distintos y el que aparezcan aquí no significa que pusiesen llegar a estar de acuerdo con mi post anterior en todos los puntos.
Parece que lo de "fotocopiar libros" ha sorprendido a más de uno. Supongo que era de esperar.
El derecho a la copia privada está consignado en la legislación española (por ahora, y hasta que nos lo quiten) en el artículo 31.2 de la Ley de propiedad intelectual. También puedes ver una introducción a lo que es y lo que no es la copia privada el el artículo correspondiente de la Wikipedia. Para una información más profunda y más referencias legales, recomiendo el libro de David Bravo que ya he mencionado arriba (Aunque Bravo se centra en las redes P2P), concretamente en esta página.
Como te decía, la gente parece estar bastante cabreada con este tema.
Pjorge, harto de que le llamen ladrón, ha decidido no comprar la séptima temporada de Los Simpson. Una cuestión de dignidad.
Enrique Dans se hace eco de un mail que circula por ahí (¿Alguna noticia sobre el autor?), y le recuerda a algunos músicos "Sin nosotros no sois nada".
Halón Disparado, en El código y la Ley, avisa del riesgo de desprotección que nos amenaza, al dejar en el mercado decisiones que deberían ser legislativas.
En Barrapunto han recopilado una lista de enlaces a la prensa, con las noticias que hablan de la detención de los "piratas" a los que yo aludía (y que fueron el desencadenante de aquel post).
Los Microsiervos, en "Internet, mentiras y descargas de archivos". han editado y republicado esa misma lista, añadiendo detalles de su cosecha.
En estas listas, como comenta JJ en su interesante meditación "La LSSI, otra vez", se hace notar lo que yo te decía: Han detenido a unos tipos por una cosa (No consignar la información empresarial que exige la LSSI), pero la prensa dice que los han detenido por otra (tener ennlaces a archivos para descargar) que no es delito.
Por supuesto, un caso de mal periodismo tan flagrante como este, también ha merecido un hueco en Malaprensa.
Hay mucho más. Hay montones de blogueros "activistas" por ahí, y casi todo el bloguerío ha comentado algo al respecto. Pero creo que con esto ya he corregido la falta de referencias del post anterior.
He escrito este post de un tirón, y en un cierto estado de ánimo muy concreto, por lo que encontráras una inusual abundancia de erratas, faltas de ortografía, palabras malsonantes y, posiblemente, crímenes contra la sintaxis, la semántica y la lógica narrativa.
Te pido disculpas por adelantado.
Nos van a joder.
Y, lo peor de todo, es que les vamos a dejar que lo hagan.
Nos mesamos los cabellos a oír hablar del canon que cargan en CDs y fotocopiadoras, cuando ese es el menor de nuestros problemas. El canon es un símbolo identificable y, además, nos duele porque sentimos que ataca a nuestros bolsillos, pero la amenaza es mayor, más insidiosa, y atenta directamente contra nuestras mentes.
Las leyes de propiedad intelectual se han mantenido, desde siempre, en un delicado equilibrio entre los derechos monetarios de sus "propietarios" y los derechos elementales de sus "usuarios".
El mismo párrafo anterior muestra lo que quiero decir. He llamado a unos "propietarios" y a otros "usuarios". Como si la cultura fuese algo de una sola dirección. Como si fuese un objeto de consumo, que sale ya terminado, invariable e inamovible, de una fábrica.
Y, además, he hablado de derechos "nometarios" por un lado, y "fundamentales" por otro. Porque, creo, ese es el verdadero enfrentamiento. Aunque lo hayamos olvidado. Aunque nos hayan lavado el cerebro. Aunque no nos importe.
Las leyes de propiedad intelectual están delicadamente equilibradas (aunque cada vez menos) para permitir el acceso a la cultura a todos, y no sólo a los que puedan pagarla.
No te equivoques, no aceptes lo que algunos intentan hacerte creer. Las leyes de propiedad intelectual no fueron concebidas para proteger a los autores de aquellos que querían "copiar" sus obras. Al contrario. Las leyes de porpiedad intelectual se inventaron para defender a la sociedad, a todos nosotros, de los posibles abusos de esos autores. Para garantizar que esos autores no podrían obstaculizar el acceso a la cultura.
Porque, aunque se pueda hacer negocio con la cultura, la cultura no es un negocio.
Las sociedades gestoras de derechos gastan presupuestos enteros en campañas publicitarias para hacernos creer que ejercer nuestros derechos es ilegal e inmoral. Esto no es nada nuevo. Llevan haciéndolo desde hace años.
Pasé toda mi infancia creyendo, como una verdad objetiva y admitida por todos, que fotocopiar libros era algo ilegal. Una inmensa cantidad de gente cree aún que fotocopiar libros es ilegal. Haz una encuesta, pregunta a la gente a tu alrededor. La mayoría pensará que fotocopiar libros es un delito.
Y no es cierto.
No es que fotocopiar libros no sea ilegal, es que es un derecho protegido por la ley. Las leyes de porpiedad intelectual protegen expresamente tu derecho a fotocopiar libros. Porque se pensaron para ello. Porque tienes derecho a la cultura, aunque no puedas pagarla.
Eso significa que tu puedes ir a una biblioteca, cojer prestado un libro por el que no has pagado nada, fotocopiarlo decenas de veces, y regalar esas copias a tus familares y amigos. La ley protege tu derecho a hacerlo.
Pero las sociedades gestoras de derechos defienden sus intereses, que no tienen por qué coincidir con los de los autores, sus supuestos protegidos, pero sí suelen coincidir con los de editores, productores, etc. Que son los que tienen la pasta. Ellos quieren ingresos. La cultura no les inporta una mierda.
Pero nos la han colado. Nos han jodido. Les hemos creído y ahora todos tenemos asimilado que está prohibido. Ya no importa lo que diga la ley, porque nosotros mismos creemos que no podemos hacerlo. Han vuelto a ganar.
Las entidades de gestión de derechos querrían que las bibliotecas públicas pagasen por prestar libros, y están llevando a cabo campañas legales con ese objetivo. Es natural y comprensible. Ellos quieren ingresos. La cultura no les inporta una mierda.
Esto obligaría a las bibliotecas a dedicar sus ya magros ingresos a pagar los libros que más se solicitasen. No podrían dedicar ese dinero a ampliar sus fondos.
Si, hoy día, un libro no llega a pasar un més en una librería antes de que lo retiren, al menos le queda el último refugio de la biblioteca. ¿Quién querría arriesgarse a que esos libros se prediesen para siempre? ¿Quién permitiría que fuesen extirpados de la cultura?
Pero a las entidades de gestión de derechos no les importan esos libros que "no venden". Ellos quieren ingresos. La cultura no les inporta una mierda.
Pero, lo más sorprendente, es que hay escritores que están a favor de esas campañas. Y no hablo de grandes autores de Bests Sellers ni nada de eso. Hay incluso autores "de segunda" que quieren que las bibliotecas deban pagar por los libros que prestan. Que quieren arriesgarse a que sus libros salgan de las bibliotecas.
Sólo se me ocurren dos razones por las que un autor así puede querer retirar sus libros de las bibliotecas:
La primera es la simple avaricia estúpida.
Avaricia, porque debe ser un autor que prefiera que sus libros sean vendidos a leídos. Algo así como "No me importa que me leais o nó, pero dadme vuestro dinero". Y avaricia de la estúpida, porque todo el mundo sabe que la mejor forma de vender libros es ser conocido (Sí, es mucho mejor que ser buén escritor).
La segunda posible razón es la consciencia real de que solo se escribe basura.
Porque sólo de este modo se puede decir "Si lees mi libro antes de pagar jamás querrás comprarlo. Prefiero que, para cuando lo conozcas, ya sea tarde para arrepentirte". Pero para tener esta razón hace falta ser burtalmente sincero con uno mismo, de modo que imagino que es más probable la avaricia estúpida que te he comentado antes.
Hasta aquí estoy hablando de libros, porque es lo que más directamente me afecta. Soy "lector" en mucha más medida que "cinéfilo" o "melómano", y me toca más la "fibra sensible". Pero todo lo que he dicho se aplica también al cine y la música.
De hecho, se aplica mucho más. Porque el cine y la música tienen muchos más seguidores, y prohibir copiar discos o películas afectaría a mucha más gente.
Pero, claro. Al tener muchos más seguidores, también son un negocio mucho más jugoso. Realmente es aquí donde quieren tenerlo todo bién agarrado. Ellos quieren ingresos. La cultura no les inporta una mierda.
Ahora venden discos con sistemas anticopia, pero desde siempre han tenido pegatinas con ominosos "avisos legales" que prometían infiernos en vida a los que copiasen esos discos.
Y, cuando comenzaron a poner aquellas pegatinas, nosostros les permitimos hacerlo. Usando triquiñuelas legales, te decían que ejercer tus derechos estaba penado con la carcel. Y les permitimos decirnoslo. Y les creímos. Nos la colaron.
Para cuando comenzaron a poner sus sistemas anticopia, ya pensábamos que, simplemente, protegían sus derechos. Ya les habíamos creído. Ya nos habían jodido. Incluso aquellos que se sentían perjudicados y se mostraban en contra pensaban que las discográficas, simplemente, ponían medios para defenderse. Pero lo que estaban haciendo era impedirnos ejercer nuestros derechos. No defendían la cultura, sino que la obstaculizaban. Ellos quieren ingresos. La cultura no les inporta una mierda.
Y ahora es internet y los sistemas P2P como el Emule. Este fin de semana ví en televisión una noticia vergonzosamente tendenciosa, donde se felicitaban por la detención de quince personas que ganaban cientos de miles de euros distribuyendo películas por intenet.
Según la nota de Associated Press, la policía "cerró 17 páginas de la internet que permitían a los usuarios acceder ilegalmente a contenidos musicales, películas y juegos de vídeo".
Vienen a la mente imágenes de policías encapuchados entrando repentinamente al nido de vívoras mafiosas, lleno de ordenadores, donde llevan a cabo sus criminales acciones.
Y, sin embargo, las páginas cerradas no era más que listas de enlaces de programas P2P, desde donde podías acceder a los contenidos que comparten millones de personas en internet. Es como capturar a un hombre por tener una lista de personas que prestan sus libros.
En mi opinión, esta operación es poco más que propagandística. No creo que tengan nada serio con qué acusar a esos detenidos, y ya están libres (y sin fianza) de nuevo.
Pero ya nos han hecho creer que esos detenidos estaba haciendo algo horrible, y nos ha vuelto a machacar con la idea de que internet es un sinestro pozo de corrupción y delito. Nos la han vuelto a colar.
Está en trámite una reforma de la Ley de Propiedad Intelectual, y apuesto a que será más restrictiva para el acceso a la cultura, y protegerá más a las editoriales, productoras, discográficas...
Perderemos, como ya hemos hecho antes, otra cuota de libertad. otro trocito de derechos. Y nos nos daremos cuenta, porque perderemos derechos que ya nos habían convencido que no teníamos. Y nos la colarán otra vez. Y les dejaremos hacerlo. Como hemos hecho siempre.
Hablarán de "Guerra contra la piratería", y de "Salvar la cultura". Pero ellos quieren ingresos. La cultura no les inporta una mierda.
Pero en una cosa tienen razón. Hahora mismo hay una guerra ahí fuera. Pero la guerra en la que están metidos no es la que nos quieren hacer creer.
Porque son ellos los que han empezado esa guerra. Pero no te engañes. No es una guerra contra la "piratería". No es contra mafias ni contra terroristas.
Ellos han empezado una guerra contra la cultura, contra la sociedad, contra nostros y contra nuestros hijos.
Han empezado una guerra contra el futuro.
Y ellos, los muy hijos de puta, esos cabrones, están ganando.
Esos ladrones a los que la cultura no les importa una mierda nos van a joder.
Y, lo peor de todo, es que les vamos a dejar que lo hagan.
Hoy es domingo, y los domingos etc, etc, etc...
(¿Cómo? ¿Que todavía no sabes lo de los domingos?)
La rotunda chica de arriba (que protesta por lo abandonado que tengo el blog) es obra de Eleuteri Serpieri. Y sí, efectivamente, es Druuna, la inolvidable protagonista del pornográfico comic Morbus Gravis (y otros siete títulos posteriores).