Hablaba el otro día con Kata y Xanatos de una de las más arraigas tradiciones blogueriles: La de poner un post con la foto de tu mascota.
Y me dí cuenta de que es algo que yo aún no he hecho, de modo que decidí solucionarlo.
Pero, como sabes, soy un tipo verborréico, y no podría limtarme a poner una foto sin más. Así que permíteme que te aburra un poco primero:
La popularización de la historia de la teoría de la evolución ha promovido, erróneamente, una especie de "Leyenda fundacional" completamente equivocada.
Esta consistiría en que, al llegar Charles Darwin a las islas Galápagos y ver la cantidad de variaciones sobre el tema "Pinzón" que habitaban allí, dijo algo así como "¡Coño! ¡Se me acaba de ocurrir una teoría de la evolución!".
En realidad, cuando Darwin llegó a las Galápagos, ni siquiera supo reconocer a sus famosos pinzones como pertenecientes a la misma familia. Tras regresar a Inglaterra, Hizo falta que le echase una mano el más brillante ornitólogo inglés del momento, su amigo John Gould.
El mismo Gould había hecho sus propios viajes y descubierto montones de especies. Una de ellas, en Australia, fué el llamado "Pinzón de Gould" o "Diamante de Gould" (Que, en realidad, ya había descubierto poco antes un francés, pero dejemos ese tema).
Y es precisamente, uno de estos Pinzones de Gould el que te quiero presentar, y del que te pongo la foto que te decía:
Y, te preguntarás. ¿A qué viene toda esa historia solo para poner la foto de un pájaro?
Para que entiendas por qué mi bonita mascota se llama Darwin.
Sí, ya lo sé. Soy bastante friki.