Todo aquel que adoctrinare, catequizare, sermoneare, bautizare o inscribiere en cualquier secta, atemorizare con castigos futuros en "otras vidas" u otros de dudosa credibilidad o, en general, fuere sospechoso de lavar cerebros de menores de edad, será condenado a pena de prisión no menor de treinta años. Durante ese tiempo deberá visionar todos los días la filmografía de Marisol.
Recortado de Halón Disparado » Enfocando correctamente