Como es razonable para un 14 de julio, en la calle hace un calor sofocante, y a media tarde será un completo infierno.
Un día como hoy apenas se puede salir. Nada de empezar a corretear por las calles, ni soñar con juntar gente para alzarse en armas y, mucho menos, ponerse a tomar la Bastilla, con este calor.
Para las revoluciones, mejor primavera. O esperar al otoño.
Pero es que los franceses son gente muy rara.
Hace un mes apareció la noticia (aunque de pasada) de una plaga de mariposas que amenazaba Sierra Nevada. Hay que decir que estas "plagas" son periódicas y que, a pesar de que la este año parece más fuerte de lo que suele ser habitual (o eso dicen los periodistas, vete tú a saber), tampoco es motivo para montar demasiado escándalo (Debo decir que, cuando salió la noticia, yo ni me enteré).
Por supuesto, cuando se dan estas plagas, no suelen limitarse a la sierra, si no que se extienden bastante más.
Algún tiempo despues de la noticia, Arkangel me contó que había sido testigo de una gran concentración de mariposas (creo que camino de Jaén) y me enseñó unas fotillos (Creo que las ha publicado en algún sitio, pero no he conseguido encontrarlas). Ya sabes que, a pesar de mi ignorancia al respecto, me gusta eso de identificar bichos pero, con lo que ví de las fotos del Ark, no fuí capaz de sacar nada en claro.
El otro día pude, por fin, ver a una de estas mariposas (O, al menos, una tremendamente parecida a las que vió Arkangel) y hacerle algunas fotos.
He llegado a dilucidar que se trata del Género Catocala (uno de los que se mencionaba en la prensa como parte de la plaga) pero, desafortunadamente, no he dado con la especie concreta.
Una kedada larga en duración (contando la pre-kedada), pero pequeña en asistencia para los estándares planetgranadinos. Por riguroso orden alfabético (y espero no saltarme a nadie con URL):
Si es que parece que tengo dotes de adivino (además de las de mentalista, claro).
Aquello que predije:
Con semejante personal, se esperan conversaciones interesantes, descubrimientos sorprendentes y maravillas sin cuento. No te lo puedes perder.
Se cumplió de sobra.
Hablamos de culos y de cómo cocinar humanos. Descubrimos giros idiomáticos y técnicas fotográficas. Nos maravillamos con meditaciones y levitaciones.
Lo dicho: Conversaciones interesantes, descubrimientos sorprendentes y maravillas sin cuento.
Aunque echamos de menos a algunos blogueros que nos faltaron (nunca se puede tener todo), nos lo pasamos muy bién. Como prueba, dale un vistazo a las fotos.
Es un macho (Fíjate en esa antena "plumosa", que le sirve para localizar a la hembra por el olor), y está un poco fastidiado: Le falta una antena y tiene algunos rasguños en las alas.
Ya iba tocando juegecito...
El argumento de Zombies! es tan viejo como el cine de serie B:
La ciudad ha sido tomada por hordas de zombies devoradores de cerebros, y sólo queda escapar.
Para huir hay que llegar al helipuerto, y solo hay lugar para un pasajero.
Se trata de un juego de colocar "losetas", un poco al estilo del Carcassonne. Se empieza con la "Plaza del pueblo" y, en su turno, cada jugador toma una pieza del tablero (hay treinta en total, que previamente se han barajado y puesto boca abajo), la coloca donde prefiera (y donde pueda encajar) y sitúa los zombies que correspondan en esa pieza. De este modo se va construyendo un tablero distinto en cada partida. La última pieza en colocarse es, siempre, el propio helipuerto.
Hay dos tipos de losetas: Las calles "normales", que pueden ser cruces, esquinas, etc. En las que se sitúa un zombie por cada acceso que tenga, y los "edificios", que tienen algún tipo de edificio al que se puede entrar y llevan indicado el número de zombies, balas y vidas (ahora te explico esto) que contienen.
De modo que la idea del juego es ir colocando losetas, avanzar por el tablero así construído y llevar a tu personaje desde la plaza de la ciudad hasta el helipuerto, antes que cualquier otro jugador.
La otra forma de ganar es ser el primero en matar 25 zombies.
Tanto en un caso como en otro, tendrás que luchar con ellos, si no quieres servirles de alimento. Para ello, caundo un personaje coincide en la misma casilla con un zombie, debe lanzar un dado (de seis caras, para los puristas): Un resultado entre cuatro y seis acaba con el zombie. Un resultado menor que cuatro acaba con tu personaje. Como esto haría el juego muy breve, los jugadores empiezan con tres "balas" y tres "vidas extra", además de poder conseguir más durante la partida. Cada bala gastada sirve para sumar un punto a una tirada fallida. de modo que, si te ha salido un tres, puedes gastar una bala para matar al zombie, si te ha salido un dos puedes gastar dos...
Si, tras un fallo, no puedes o no quieres gastar balas, el zombie ha ganado el asalto y debes perder un vida (y repetir el asalto hasta que el zombie o tú murais, aquí no hay piedad). Si no tienes vidas que gastar, mueres.
Cuando un personaje muere pierde la mitad de los zombies que hubiese matado, regresa a la plaza del pueblo, y empieza otra vez con tres vidas y tres balas.
Además hay cartas de "eventos" que un jugador puede usar para hacer más fácil su camino, o más difícil el de sus competidores. Las cartas, con nombres como "Motosierra", "Parálisis histérica" o "No creo que estén muertos", representan todos los clichés de las películas de zombies.
Al final de cada turno, el jugador lanza el dado y tiene derecho a mover tantos zombies como haya resultado de la tirada (pero sólo una casilla cada uno).
Un juego, en mi opinión, entretenido, muy competitivo, y que puede solucionarte más de una tarde. Aunque necesita de una mesa amplia y, al no estar traducido al español, un dominio aceptable del inglés (o imprimirte una "chuletilla" con la descripción de las cartas).