Acabo de regresar de unos minutos de concentración silenciosa que hemos hecho los compañeros del trabajo.
Supongo que, cuando el horror es tan evidente, solo el silencio sirve como respuesta.
No iba a comentar nada al respecto de lo de ayer, porque ¿Qué puede decirse?
Pero, casualmente, he encontrado este post de Ari014, que comienza así:
El atentado de esta mañana en Atocha me ha pillado en el mismo anden...
Imagino que los cabrones que pusieron las bombas esperaban que explotasen en ese andén.
Imagino que estarían sincronizadas con los horarios del tren.
Imagino que unos minutos de retraso pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte.
Unos minuos de retraso también también han significado mucho para el autor de este comentario que se puede leer en barrapunto.
¿Que se siente cuando eres consciente del significado de esos minutos?
Resulta terrorífico descubrir que la teoría de la evolución, uno de los logros científicos más importantes de los últimos doscientos años, ha servido como excusa intelectual para perpetrar las mayores abominaciones concebibles.
Verás: En 1859, Charles Dawin publicó "El origen de las especies", en el que proponía un modelo para la evolución de las especies basado en la mutación ("descendencia con modificación", en palabras de Darwin) y la selección natural.
La selección natural era descrita como el proceso natural por el que, en la "lucha por la supervivencia", tenían más oprtunidades de dar descendencia (y transmitir sus caracteres) aquellos individuos que están mas adapatados al medio.
Hasta aquí, todo "guay". Pero es aquí cuando la empezamos a liar.
La expresión "lucha por la supervivencia" es empleada por Darwin en un sentido metáforico. Engloba la "lucha" contra individuos de su misma especie, de otras disatintas, contra el medio.
Pero, a pesar de todo, la idea que caló en la mayoría de la gente (sobre todo, a causa de que era la defendida por Thomas Huxley, el más activo seguidor de Darwin), fué la de un contínuo y sangriento combate de "todos contra todos".
Esto ya de por sí es bastante malo (significa una visión parcial y muy limitada de la evolución), pero la cosa iba a ir a peor.
Porque algunos (en un salto intelectual ilógico) empezaron a tratar de aplicar esta versión "limitada" de la teoría de la evolución a las sociedades humanas y a la moral.
Y, de este pastiche absurdo, surgió el llamado "Darwinismo social".
La idea central de esta teoría es que las sociedades (y los idividuos dentro de ellas) compiten necesariamente, y que solo los "más aptos" sobreviven.
Ni que decir tiene que esto les gustó a muchos: Sirvió para justificar las mayores aberraciones del género humano. Los argumentos que esgrimían para ejecutar sus abusos eran del estilo de:
"Los que son ricos lo son porque están más capacitados para ello. Son más inteligentes y tienen una mejor "adaptación a los negocios". Ayudar a los "evloutivamente desafortunados" pobres solo serviría para prolongar en ellos y sus descendientes su penosa situación."
"Hay razas evolutivamente superiores a otras (obviamente, siempre es "Mi raza es superior a las otras"), por lo que hay que evitar que se mezclen (lo que provocaría una "degeneración" racial) o que esas razas "inferiores" se extiendan demasiado..."
"La lucha entre los distintos pueblos es una ley natural. El Imperialismo es la manifestación de la natural superioridad del europeo sobre los inferiores "salvajes"."
"Los débiles, enfermos... son una carga para la humanidad. Su muerte es el precio que hay que pagar para que desaparezca su linaje "inferior", por el bién de las generaciones futuras."
"Los imbéciles, subnormales o simplemente intelectualmente inferiores degradan la especie. No debería permitirseles tener descendencia."
Desde la oposición a las ayudas sociales hasta el genocidio, pasando por la segregación racial y la eugenesia, toda ideología a la que el concepto de "igualdad entre los hombres" le resultase incómoda, se amaparó en las ideas del darwinismo social.
Afortunadamente, el tiempo ha desterrado muchas de estas manifestaciones.
Aunque no todas.
Verás. Todo esto viene a que ayer me pasé, como siempre, por la estupenda página del PaleoFreak, y me encontré con este post, en el que se comentan las "espectaculares" declaraciones que el señor Mariano Rajoy (probablemente el futuro presidente del gobierno de España) publicó en sendos artículos para el periódico "El faro de Vigo".
Los artículos pueden encontrarse en la página de Los Genoveses (Los que antes eran aznar.net), y dice "maravillas" como esta (Que también transcribe el PaleoFreak):
El hombre, después, en cierta manera nace predestinado para lo que habrá de ser. La desigualdad natural del hombre viene escrita en el código genético, en donde se halla la raíz de todas las desigualdades humanas: en él se nos han transmitido todas nuestras condiciones, desde las físicas: salud, color de los ojos, pelo, corpulencia... hasta las llamadas psíquicas, como la inteligencia, predisposición para el arte, el estudio o los negocios.
O como esta otra:
Por eso, todos los modelos, desde el comunismo radical hasta el socialismo atenuado, que predican la igualdad de riquezas [...] son radicalmente contrarios a la esencia misma del hombre, a su ser peculiar, a su afán de superación y progreso y por ello, aunque se llamen asimismos "modelos progresistas" constituyen un claro atentado al progreso, porque contrarían y suprimen el natural instinto del hombre a desigualarse, que es el que ha enriquecido al mundo y elevado el nivel de vida de los pueblos, que la imposición de esa igualdad relajaría a cotas mínimas al privar a los más hábiles, a los más capaces, a los más emprendedores.
O como esta:
Demostrada de forma indiscutible que la naturaleza, que es jerárquica, engendra a todos los hombres desiguales, no tratemos de explotar la envidia y el resentimiento para asentar sobre tan negativas pulsiones la dictadura igualitaria.
Sus planteamientos no son solo científicamente falsos, sino que también son socialmente peligrosos, y moralmente repugnantes.
En serio. Me dá mucho miedo.
Al llegar al las llanuras de Sajonia, en Alemania, el río Elba se extiende en amplias curvas, disminuyendo la velocidad de sus aguas y regando los verdes campos de sus orillas.
Abrazada al río descansa la ciudad de Dresde.
Antes del 13 de Febrero de 1945, Dresde era una ciudad hermosa.
Antes del 13 de Febrero de 1945, Dresde era el centro del romanticismo alemán, famosa en todo el mundo por sus obras de arte y arquitectura.
Antes del 13 de Febrero de 1945, Dresde era considerada una joya urbana: "La Florencia del Elba".
Pero todo es fué antes del 13 de Febrero de 1945.
Pero te cuento la historia:
Situate: A principios de 1945, ya se puede entrever el fín de la segunda guerra mundial: Los aliados ya habían desembarcado en Normandía, y el ejercito alemán había sido derrotado en Las Ardenas, su último intento de resistir la inminente derrota.
Dresde, que carece de instalaciones militares, ha sido declarada "Ciudad Abierta". Esto quiere decir que, en caso de que llegue el enemigo, se rendirá sin ofrecer resistencia.
Esto hace que sea una ciudad comercial, confiada, con mucho tráfico civil y poblada de refugiados que huían de otros lugares azotados por la guerra, de heridos, enfermos y prisioneros de guerra.
Dresde se había mantenido a salvo del horror, hasta la noche del 13 de Febrero de 1945.
Minutos después de las diez de la noche sonaron las sirenas. Algunos corrieron a los refugios. Otros, confiados en la seguridad de no ser un objetivo militar, permanecieron en sus hogares.
Entonces llegaron los aviones británicos. Una escuadrilla de nueve aviones comenzó a lanzar bengalas luminosas para marcar el área del bombardeo.
A las diez y cuarto comenzaron a caer las bombas.
El procedimiento, conocido como "Bombardeo en alfombra" es simple e infernalmente eficiente en su destrucción: Una oleada tras otra de bombarderos van dejando caer toneladas de bombas sobre cada metro del objetivo.
Primero fueron bombas explosivas, que destruían los edificios y hundían sus techos. Después fueron bombas incendiarias, que convirtieron a Dresde en una gran hoguera, visible a cientos de kilómetros.
Cuando, a la mañana del 14 de Febrero de 1945, los supervivientes comenzaron a salir de los refugios, Dresde era un aténtico infierno. Nada quedaba en pié en todo el centro de la ciudad, las ruinas eran pasto de las llamas. No había sificiente gente para atender a los heridos. No había suficiente gente para contar los muertos. Pero los aliados aún no habían terminado.
Ese mediodía, un nuevo ataque, esta vez de la aviación Norteamericana, volvió a bombardear la ciudad. Las bombas explotaban sobre las ruinas de lo ya destriudo.
El incendio duró días. La ciudad fué acordonada. El olor de los cadáveres se percibía desde kilómetros.
La operación fué un "exito". No hubo apenas resistencia: Solo un avión aliado fué derribado, por una de sus propias bombas.
Durante dos días, 1.400 bombarderos lanzaron más de 2.000 toneladas de bombas sobre el centro de la ciudad.
Murieron 250.000 personas.
Casi el doble que en Hiroshima.
Más de cuatro veces los de Nagasaki.
250.000
Estoy hablando de la Conferencia Episcopal Española.
Me vas a perdonar el exabrupto, pero es que prefiero pensar que es eso lo que son.
Porque si sus declaraciones no se deben a una insuficiencia mental para entender el mundo en el que viven, entonces su actitud solo podría ser malintencionada, y debería cambiar el gilipollas por cabrones, o alguna otra expresión más chabacana.
Verás: Resulta que han presentado un documento con el pomposo título "Directorio de la Pastoral Familiar de la Iglesia en España", en el que analizan el estado de la institución familiar en este país.
Los obispos, que saben de estas cosas, han visto claramente que:
[...] en la sociedad española de nuestros días posiblemente la fuente principal de problemas humanos sean los relativos al matrimonio y la familia. De aquí procede un gran malestar en muchas personas que quedan heridas para siempre.
Porque nadie negará que la cosa está bastante chunga:
[...] nos hallamos ante un alarmante aumento de la violencia doméstica; ante abusos y violencias sexuales de todo tipo, incluso de menores en la misma familia; ante una muchedumbre de hijos que han crecido en medio de desavenencias familiares, con grandes carencias afectivas y sin un hogar verdadero
A nadie se le escapa que esto:
[...] es una clara expresión de lo extendido de una ideología perniciosa unida a poderes económicos y mediáticos que ignora lo más elemental de la verdad del hombre, con efectos muy negativos en la construcción social.
Y es que la culpa de todo la tiene la Revolución Sexual:
[...] es evidente que sus frutos amargos son: la violencia doméstica, los abusos sexuales y los hijos sin hogar.
Claro que, ellos han visto la causa del problema: Y es que las instituciones..
[...] en vez de escuchar los lamentos de este inmenso drama humano, hacen de altavoz a determinados grupos de presión, como los "lobbies" homosexuales, que reclaman a modo de privilegio unos pretendidos derechos de unos pocos, erosionando elementos muy significativos de construcción de la sociedad que afectan a todos.
Y, como es evidente, todo esto va a acabar con la economía de los más pobres:
Se trata de un problema muy grave que ha amenazado la viabilidad de los seguros sociales y que sólo ha paliado, en parte, el fenómeno migratorio
O sea, que si hay volencia de género, maltratos familiares, violaciones y las pensiones bajan, la culpa es de los maricas, el divorcio y el DIU.
Ultimamente está los obispos muy lanzados: Estos tipos, cada vez que abren la boca, es para soltar alguna estupidez.
Me alegro de no ser católico, porque me daría vergüenza salir a la calle.
23 de Agosto de 1944. El 60º Escuadrón de la RAF, en misión de reconocimiento, toma esta fotografía cerca de la cuidad de Oswiecim, en Polonia, a unos 60 km al sudoeste de Cracovia.
Junto a un edificio, a la derecha de la imagen, puede verse una gran coluna de humo saliendo de unas fosas cavadas en el suelo.
No parece una imagen demasiado impresionante ¿verdad?.
Eso es porque una imagen, por sí sola, dice menos que unas pocas palabras:
Si no te suena la cuidad de Oswiecim, quizás la conozcas por su nombre alemán: Auschwitz.
En Agosto de 1944, los cuatro krema del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau no daban abasto para incinerar el ingente número de cadáveres que salían de las cámaras de gas.
El 23 de Agosto de 1944, muchos de ellos estaban siendo quemados en fosas detrás del edificio del krema cinco.
No hay mucho más que decir.