Vale, ya te había puesto aquí un texto de Cortazar hace algún tiempo. Pero hoy se cumplen veinte años de su triste muerte de exilado en París, y este es mi blog y hago lo que quiero.
Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo.
Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.
Tus lectores no te olvidan, Julio.
Creo que, en general, he sabido librarme del afán consumista.
Y digo en general porque, en el caso de los libros, lo mío es compulsivo.
Verás: Trato de convencerme a mí mismo de que acabaré leyendo todos los que compro, pero, en lo más profundo de mi alma, tengo siempre la duda de si será eso cierto o nó.
Todo esto viene a lo siguiente:
Estamos en plena "Feria del libro antiguo y de ocasión", lo que es una oportunidad única para encontrar restos de ediciones y algunas gangas, y pasé por allí, a dar un vistazo.
Solo para mirar.
Y, bueno, quizás a comprar uno...
Y el resultado fué este:
- "Walden Dos", de Skinner: Lo leí hace años, prestado. Pero quería recordarlo y, compulsión mediante, tenerlo.
- "Ensayo sobre el principio de la población", de Malthus: Este es uno de los que, con casi total seguridad, no leeré jamás. Pero estaba ahí, en edición de bolsillo, tan baratito...
- "Las astronaves de madera", de Bob Shaw: Que es el segundo tomo de una trilogía. Trilogía descatalogada. De la que no tengo los otros dos tomos. Sin Comentarios.
- "El Unico y Su Propiedad", de Max Stirner (en dos tomos): En realidad, no me gusta el individualismo radical del alemán este, pero realmente quiero intentar enterarme de lo que dice. Por ahora, en un especie de broma cruel, lo he colocado en mi estantería entre Rousseau y Proudhom. Seguro que el Stirner se está revolviendo en su tumba.
- "Antorcha", de Marion Zimmer Bradley: De esta señora leí uno de los de su serie de Darkover, y la verdad es que no me gustó demasiado. Pero el argumento de este (La guerra de Troya desde el punto de vista de sus mujeres) suena bastante interesante. Veremos que tal está.
- "Diseño y remodelación de periódicos", de Mario R. García: Aunque esté orientado a la prensa escrita, y aunque sea antiguo, siempre se puede aprender algo sobre diseño y estructuración de página, para quizás aplicarlo a la web.
- "Química Recreativa", de Vlasov y Trifonov: Siempre me han gustado los libros del estilo "La ciencia divertida" y, para esto, los rusos siempre han sido los mejores. El ejemplar que he comprado está un poco estropeado, pero nada que un poco de cola no pueda resolver.
El caso es que, al final, he vuelto a dejarme llevar por mis impulsos. Y regreso a casa con un par de bolsas cargadas de libros.
Me encanta cómo escribe Ursula K. Le Guin.
La conocí como autora de fantasía, con la entonces trilogía de Terramar.
Pero luego empecé a encontrarme con algunos relatos suyos de Ciencia Ficción, y ví que ese era el género para el que ella había nacido.
Soy un apasionado fanático de todas sus novelas del "Ciclo del ansible", incluso con sus altibajos (La Ciudad de las Ilusiones es más flojilla, La Mano Izquierda de la Oscuridad es simplemente genial).
Y Los Desposeídos es una novela de la Ursula y del universo del ansible.
Me gusta que un autor de Ciencia Ficción invente sociedades distintas a las nuestras y experiemente con ellas, y Ursula lo hace.
Pero, además, es que esta novela habla de un planeta habitado por anarquistas.
Y yo que, además de leer todas las utopías y distopías que puedo encontrar, tengo cierta tendencia ácrata, no tenía más remedio que leer esto.
Y me gustó.
A la Ursula siempre le ha gustado inventar sociedades complejas y trastocar roles sociales (sobre todo los sexuales), hasta que esas relacciones se convierten en la verdadera novela, pero sin caer para nada en personajes planos o arquetípicos. Al contrario: Es uno de los autores del género que más profundidad y complejidad dán a sus personajes.
La historia está bién contada, y presenta, a través del viaje de su protagonista, un sitema planetario binario con sus dos mundos ideológicamente enfrentados: Anarres, el mundo anarquista y Urras, donde viven los propietarios (Es decir, una sociedad de libre mercado bastante parecida a la nuestra).
La sociedad en Anarres parece (en mi opinión) inspirada en las experiencias que se dieron en España durante la guerra civil, aunque aquí Ursula hace algunas "trampas", como introducir algunas estructuras centralizadas, para dar algo más de tensión al aspecto social.
En definitiva, una novela de Ciencia Ficción donde vas a encontrar un poquito de crítica social, lucha interior entre individualismo y solidaridad, personajes tangibles y creibles, y una prosa que es casi poesía.
Muy recomendable.
Este libro tiene una interesante precuela, en forma de cuento corto, que puedes descargar aquí mismo: El Dia Antes De La Revolución.
A su manera este libro es muchos libros, pero sobre todo es dos libros. El lector queda invitado a elegir una de las dos posibilidades siguientes:
El primer libro se deja leer en la forma corriente, y termina en el capítulo 56, al pie del cual hay tres vistosas estrellitas que equivalen a la palabra Fin. Por consiguiente, el lector prescindirá sin remordimientos de lo que sigue.
El segundo libro se deja leer empezando por el capítulo 73 y siguiendo luego en el orden que se indica al pie de cada capítulo.
El extraño parrafito de arriba se corresponde con la primera página de Rayuela, de Julio Cortazar, y viene a ser algo así como el manual de instruciones necesario para leer esa novela.
Algunos han querido ver en esta novela algo parecido a la semilla pre-cibernética del hipertexto. Tampoco suena tan raro.
Todo esto viene a cuento de que un varipinto grupo de cortazianos de todo el mundo ha hecho de la metáfora realidad y, disponiendo cada uno en su web uno o más capítulos de Rayuela, han creado el Rayuel-o-matic Digital Universal, creando lo que, en mi opinión, es el tomo más grande jamás editado: Un ejemplar que abarca todo el mundo.
Por si no sabes quién demonios es el tal Cortazar ese, y como Rayuela es un poco largo para leerlo en pantalla, te regalo (seguro que saltándome un montón de leyes sobre la propiedad intelectual) el siguiente texto, del mismo autor:
Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables. Agachándose y poniendo la mano izquierda en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal correspondiente, se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón. Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos elementos, se situó un tanto más arriba y adelante que el anterior, principio que da sentido a la escalera, ya que cualquiera otra combinación producirá formas quizá más bellas o pintorescas, pero incapaces de trasladar de una planta baja a un primer piso.
Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie).
Llegando en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso.
Historias de Cronopios y de Famas (Julio Cortazar)
La Gran Tortuga A'Tuin se acerca, nadando lentamente por el golfo interestelar, con los pesados miembros llenos de hidrógeno congelado, la enorme y viejísima concha llena de cráteres de meteoros. Con unos ojos del tamaño de mares, encostrados de lágrimas reumáticas y polvo de asteroides, Él contempla fijamente el Destino.
En una mente más grande que una ciudad, con lentitud geológica, Él piensa sólo en el Peso.
Por supuesto, la mayor parte del peso se debe a Berilia, Tubul, Gran T'Phon y Jerakeen, los cuatro elefantes gigantes sobre cuyos lomos y amplios hombros bronceados por las estrellas descansa el disco del mundo, enguirnaldado por una enorme catarata a lo largo de toda su circunferencia, y cubierto por la bóveda azul pálido del cielo.
(Terry Prachett "El color de la magia")
El más desternillante de los mundos de ese género conocido como de "espada y brujería" es el del Mundodisco, traido a la existencia por obra y gracias de Terry Prachett.
Un lugar donde la Muerte da un trato personalizado a sus "clientes", habla en mayúsculas, e intenta (infructuosamente) hacer más agradable ese momento:
"Mi abuela dice que morir es como ir a dormir", añadió Mort, con una cierta esperanza. NO TE SABRÍA DECIR. NO HE HECHO NINGUNA DE LAS DOS COSAS.
Un lugar donde la mayor biblioteca mágica del universo está administrada por un orangután (que considera una gran ventaja en su labor tener cuatro pulgares oponibles y que arrancará los brazos a cualquiera que le llame "mono"):
"Ook".
Un lugar donde los dioses luchan dedes hace eones con los gigantes de hielo, porque no les han devuelto el cortacesped que les prestaron:
"-Cuando alguien se ha tomado unas cuantas copas, a veces nos ponemos a hablar del asunto. Especulaciones cósmicas acerca de si los dioses realmente existen, ya sabe. Y de pronto un rayo con una nota enrollada alrededor en la que pone «Sí, existimos» atraviesa el techo, y del tipo con el que estabas hablando ya sólo quedan un par de sandalias humeantes".
Un lugar donde las leyes de la naturaleza son sutilmente distintas a las nuestras:
"Las posibilidades de una contra un millón salen bien nueve de cada diez veces".
Un lugar con su propia ecología de animales exóticos:
"El vermín es un pariente blanco y negro del lemming, que se encuentra en las frías regiones ejeñas. Su piel es rara y muy valiosa, sobre todo para el mismo vermín; el bastardo egoísta hará cualquier cosa antes que soltarla".
Y un lugar donde la magia es mucho más común de lo que a la mayoría de sus habitantes les gustaría:
"El Taumo es la unidad básica de fuerza mágica. Se ha establecido universalmente como la cantidad de magia necesaria para crear una paloma pequeña o tres bolas de billar de tamaño normal".
En serio, de verdad, creeme: La del Mundodisco es es, probablemente, la sere más divertida que yo haya leido. La recomiendo encarecidamente.
Por si tienes interés, estos son los título que, hasta ahora, se ha publicado en español:
El color de la magia
La luz fantastica
Ritos iguales
Mort
Rechicero
Brujerías
Pirómides
¡Guardias! ¡Guardias!
Imágenes en acción
El Segador
Brujas de Viaje
Dioses Menores
Lores y Damas
Hombres de armas
El país del fin del mundo
Hala, a buscarlos por ahí y a leerlos.