Llegué a la manifestación con una pregunta en mente: "¿Quién mueve todo esto?".
A menudo, movimientos que parecen "de base" son, en realidad, creados por algunos grupos o personas para sus propios fines. Más a menudo nacen como verdaderos movimientos sociales, para luego ser capitalizados "vampirizados" por esos grupos.
Soy de natural desconfiado, de modo que hoy llegué buscando pistas de quién es el que va a utilizarnos esta vez.
En la manifestación de Granada se veían muchos grupos distintos (y dispares), algunos de ellos viejos conocidos de tiempo atrás, otros que yo, al menos no conocía de nada. Pero no he visto nada que dé la impresión de alguien que capitaliza el movimiento. Al menos, no todavía. Por supuesto que, entre todos los grupos identificables que han asistido, algunos serán más sospechosos de estar más cerca de ciertos poderes o ideologías, pero el movimiento como conjunto no parece tener tendencias (por ahora, sigo siendo desconfiado).
Por lo que he visto, la mayoría de esos grupos, si no todos ellos, parecen de "izquierdas" (pro derechos sociales, contra liberalismo económico y en esa línea) pero no adscritos a ningún partido. Mucho anarca, mucho comunista.
Pero, ojo, que estoy hablando de los grupos, no de los individuos. La mayoría de los asistentes no iban como miembros de nada ni tenían pinta de nada.
Eran, básicamente, gente.
Y, hablando de la gente...
Contra toda lógica, a pesar de las palpables pruebas de la historia, que indican claramente que el pueblo ha sido siempre derrotado ante la presión de los poderes, seguimos cantando eso de "El pueblo, unido, jamás será vencido". Prueba de que la gente sigue siendo (seguimos siendo) gilipollas.
De todos modos, la gente también está (estamos) cabreada. Es el cabreo ese sordo del que ya está más que acostumbrado a que le toquen lo cojones. Desconfía de partidos, bancos, políticos, financieros...
O sea, como siempre.
Porque la gente lleva sabiendo cómo abusan de ellos (nosotros) desde siempre, y lleva cabreada desde entonces. Pero, sospecho, con toda probabilidad en las elecciones volverán a votar a "los suyos" para que no ganen "los otros", con esa extraña esquizofrenia de los que saben (sabemos) que "todos son igual de chorizos", pero "los otros son peores".
Al menos, no se han visto pancartas de partidos, y no parece que ningún grupo haya capitalizado (todavía) los réditos de las manifestaciones.
La manifestación de Granada (que es a la que he asistido personalmente) ha transcurrido como una multitudinaria fiesta (incluso con tambores y esas cosas) con más aspecto de auto-organización que de de coordinación. Mucha gente repartiendo folletos o con pancartas de su concreta y particular opinión, pero sin atisbos de centralización.
Digo lo de "he asistido personalmente" porque, gracias a innumerables personas que retransmitían cómo transcurrían las manifestaciones en sus localidades, he podido estar puntualmente informado en tiempo real de cosa de media docena de ciudades.
Por cierto: esas personas no eran periodistas. Lo que me lleva a...
La prensa, personalmente, me ha decepcionado. Completamente.
Sobre todo, la pretendida "Prensa 2.0"; esa prensa que dice usar las redes sociales y las nuevas tecnologías para mantener la información actualizada al segundo.
Y lo hacen: Gracias a estos periodistas y medios puedes saber las vueltas que lleva de ventaja el piloto fulano, cómo le va al tenista mengano, quién está metiendo en este mismo momento un gol al portero zutano e incluso, a veces, que está diciendo en su mitin el político de turno.
En realidad, es muy fácil: Sólo tienes que mandar a un periodista con un móvil para que vaya enviando mensajes (si el periodista es extremadamente atrevido y capaz, podría incluso enviar fotos). Si no tienes presupuesto para los mensajes, te queda la opción de dejarlo en la redacción y que retuitee lo que mandan otros. Es peor opción pero es mejor que nada.
Pero, por lo visto, en la mayoría de redacciones, el periodista en cuestión estaba demasiado ocupado copypegando notas de prensa.
La prensa y los periodistas, en general, ha ignorado completamente todo lo ocurrido. Hasta casi el final de la manifestación, prácticamente ninguno había comentado nada en sus medios sociales. Cuando (azuzados por montones de quejas por su silencio) se han dado cuenta de que pasaba algo, algunos (y solo algunos) han intentado dar alguna cobertura y hacer menciones al tema pero, francamente, no tenían ni la menor idea de lo que estaba pasando, y se les notaba.
Y, como decía, me han decepcionado. Hay periodistas muy competentes trabajando en estas redes, y yo pensaba que serían capaces de enfrentarse a algo así.
Esos medios que han fallado estrepitosamente en los nuevos canales de comunicación quizás (y solo quizás) lo sepan arreglar mañana en los canales tradicionales (prensa, radio, televisión). Pero me da en la nariz que la cobertura va a ser parcial y muy limitada.
El estrepitoso fallo de la prensa es mucho más notable desde el momento en que ese trabajo que no han sido capaces de hacer lo han hecho, como te decía más arriba, montones de ciudadanos que han estado dando una cobertura continua y exhaustiva de las respectivas manifestaciones.
Algunos han achacado este silencio a connivencias con el poder político y otras explicaciones parecidas. Personalmente, no soy dado a las teorías conspiratorias: Siempre he afirmado que creo más en la incompetencia que en la conspiración, y creo que este es un caso claro.
Y, por cierto, hablando de incompetentes...
Dudo que los políticos se hayan enterado todavía de nada. Me refiero a que no creo que sepan aún que ha habido manifestaciones. Y no me refiero a los políticos que salen en los carteles (que esos nunca se enteran) si no a los tipos que tienen contratados para llevarles las campañas y, supuestamente, enterarse de estas cosas.
En cualquier caso, su mejor estrategia será hacer como que no ha pasado nada. Al menos, la mejor estrategia de los partidos mayoritarios. Quizás, los grupos pequeños pudieran sacar algo de réditos de la crítica implícita que tienen las manifestaciones, pero es un arma peligrosa y es posible que ni tan siquiera traten de usarla.
De modo que la revolución no será televisada, ni les importará a los políticos. Pero quizás te enteres por tu red social, o por SMS. O, cuando por ahí tampoco nos dejen, tendremos que inventar otra cosa.
O habrá que salir y estar allí.
You will not be able to stay home, brother.
You will not be able to plug in, turn on and cop out.
You will not be able to lose yourself on skag and skip,
Skip out for beer during commercials,
Because the revolution will not be televised.
Crónica del seguimiento por parte de la prensa: Manifestación del 15m y el asco informativo.
Recuento de asistentes (en Madrid), según el manifestómetro: Manifestación 15M Toma la calle: recuento.
Portadas de la prensa del día siguiente: Portadas Periodicos 16 de Mayo de 2011.
Me han pedido una foto para una charla que voy a tener el honor de dar en las One Level Up! 2.0, en Linares.
Como una persona de mi distinción y dignidad necesita una imagen de dignidad y distinción equivalentes, me he puesto a hacer el gilipollas un rato delante de la cámara, he puesto cara de gurú intelectual y le he dado un poco al Gimp para disimular mi carencia de fotogenia o atractivo.
Al final me ha salido esto:
Ya, lo sé. Pero de donde no hay, no se puede sacar
Voy a casa, caminando bajo la llovizna y pensando en las musarañas (la musaraña es el mamífero al que dedicamos más horas de meditación, aunque se ve superado por la rata en lo que a investigación científica se refiere) y me asalta una duda metafísica con la cosa de "Compartir":
El problema es que la propia palabra está mal escogida. "Compartir" es "partir con". Es decir, tomar algo, hacerlo partes y asignar cada una de ellas a uno de los "compartientes". Al final tienes menos de lo que tenías antes, eso es dividir.
Una vez en casa, esta sospecha es confirmada por la RAE, que dice que "Compartir" es, en su primera acepción, "Repartir, dividir, distribuir algo en partes".
Y verás, hay montones de casos en los que esto es cierto: Cuando comparto mi bocadillo con mi amigo, al compartir la wifi, o cuando Cristo comparte el pan en la Santa Cena.
Pero esto no siempre ocurre así.
Cuando comparto ideas, información, archivos o programas no estoy realmente com-partiendo. No pierdo (nadie lo pierde) medio bocadillo, ni cedo ancho de banda, ni tocan a un pellizco de bollo por apóstol.
Cuando comparto ideas, información, archivos o programas hace falta otra palabra, en la que yo conserve lo compartido al completo y los demás también lo obtengan completo, de modo que nadie pierda nada y todos ganen. Como cuando compartes un chiste, enseñas matemáticas o Cristo ofrecía peces.
Ah, si.
La palabra es "multiplicar".
Cuando comparto ideas, información, archivos o programas, lo que estoy haciendo es multiplicarlos.
A partir de ahora no "compartas".
"Multiplica".
¡Joder! ¡Que cantidad de polvo hay en este blog!
¿Cuanto hace que nadie limpia esto?
Debería pasarme por aquí de vez en cuando, a barrer.
Calentando motores para la NOT BarraLibre Camp: