Yo me imagino a mí mismo hablando con los amiguetes y diciendo "Os voy a demostrar la existencia de un dios creador, omnipotente y bueno". Si en ese momento se me ocurre sacar un plátano (o banana, que a estos efectos es lo mismo), te aseguro que estarían haciendo chistecitos a mi costa durante unos meses.
Pero es que si, encima, me dedico a decir cosas como que tiene "la forma adecuada para agarrarlo con la mano", o "la medida justa para la boca humana", el cachondeo promete ser monumental.
Te lo juro: Jamás me atrevería.
Es que un plátano no es serio. Ni para enseñar a poner un condón.
Ray Comfort y Kirk Cameron (el chaval la serie "La Familia Crece") demuestran ser insuperables.
También demuestran un cierto desconocimiento sobre la historia de su maravilloso fruto: El plátano que ellos describen es el producto la agricultura, la selección artificial y el cruzamiento.
Un plátano "natural", tal y como "lo creó el Señor" es algo así:
Hay grandeza en esta concepción de que la vida, con sus diferentes fuerzas, ha sido alentada por el Creador en un corto número de formas o en una sola, y que, mientras este planeta ha ido girando según la constante ley de la gravitación, se han desarrollado y se están desarrollando, a partir de un principio tan sencillo, infinidad de formas las más bellas y portentosas.
Intenta mirar hoy el mundo con esos ojos.
Tanto si lo logras como si no, feliz día de Darwin.