El Vaticano (concretamente, el Pontificio Consejo de la Cultura, junto con la Pontificia Universidad Gregoriana y la estadounidense Universidad de Notre Dame), a lo que se ve, planea organizar en Roma una serie de conferencias con el título de "Evolución biológica: hechos y teorías. Una valoración crítica 150 años después de 'El origen de las especies'".
Perfecto. Las universidades montan congresos científicos, parece algo natural.
Además, según ha declarado el jesuita Marc Leclerc, pretenden que sea un congreso "estrictamente científico", razón por la cual no se ha invitado a participar a Creatas ni IDiotas (los partidarios, respectivamente, del Creacionismo y el Diseño Inteligente).
Catholic News Service echa las campanas al vuelo, titulando su noticia: "Vatican evolution congress to exclude creationism, intelligent design".
Perfecto. Si el congreso es científico, no hay lugar para cuentos ni desvaríos acientíficos. Es lógico que sus promotores no hayan sido invitados.
Zenit (la agencia de noticias del Vaticano), se va por derroteros mas espinosos: "No existe 'a priori' incompatibilidad entre Darwin y la Biblia".
Perfecto. Darwin es ciencia, la Biblia es mitología. No puede haber "incompatibilidad".
Corren tiempos extraños: Ahora que el Camarada George Bush parece que se ha vuelto marxista y la patronal española empieza a dudar del capitalismo, es casi posible creerse algo como lo de arriba.
La cosa empieza a chirriar cuanto te fijas en que los que sí van a acudir al asunto son un montón de teólogos "de renombre internacional".
¿Teólogos es un congreso "estrictamente científico"?
No me malinterpretes: Seguro que hay por ahí montones de teólogos que están puestísimos en ciencia y en eso de la evolución y tal, pero ¿Invitarlos a un congreso científico en calidad de teólogos? A primera vista, suena tan absurdo como llamar a cocineros para que participen en un festival de danza. Que habrá alguno que baile bién, no lo dudo, pero que no tiene nada que ver.
El asunto este se pone más serio cuando te enteras de que Creatas e IDiotas no son los únicos "excluidos" sino que tampoco se ha invitado, según afirma el Arzobispo Gianfranco Ravasi, a los "partidarios de una concepción excesivamente científica de la evolución y la selección natural". Se trata, a lo que se ve, de un congreso "estrictamente científico", pero no "excesivamente científico".
Como bien saben ebanistas y publicistas, una capa de barniz puede hacer milagros ante el observador desprevenido. Pero su mitología medieval seguirá siendo la misma, por mucho que la pintes de ciencia.
Los señores del Pontificio Consejo de la Cultura habrían hecho mejor respetando su octavo mandamiento, y titulando su congreso "Maquillando la Teología: Cómo hacer que nuestros planteamientos precientíficos parezcan aproximarse a la realidad".
Apostaría (y esto es una opinión personal) que si no han invitado a Creatas e IDiotas no es sólo porque estos energúmenos dan mala imagen, sino porque estos grupos religiosos están muy vinculados a las iglesias protestantes, y eso tampoco les mola. Y los mencionado "partidarios de una concepción excesivamente científica de la evolución y la selección natural" tampoco tienen nada que hacer allí porque, despiés de todo, es un congreso de teología.
Camuflada, pero teología.