Tal día como hoy de 1986, el manchego Victor Andrés Garcia Wimberg descubrió que, en contra de lo que había creído toda su vida, no padecía de insomnio, sino que todas las noches dormía a piernas suelta, soñando que permanecía despierto.
A Victor Andrés Garcia Wimberg siempre le quedó la duda de si se había dado cuenta de ello mientras estaba despierto, o si lo había hecho en sueños.
A los cinco años me sentía todo un hombrecito. Ya era una persona sensata y me enfrentaba al mundo con otra perspectiva.
Cuando cumplí los diez me dí cuenta, desde mi madura perspectiva, de que aquel "Yo" de cinco años no era más que un crío ignorante. Esta vez sí: Ya era una persona sensata y me enfrentaba al mundo con otra perspectiva.
Al cumplir los quince descubrí que, hasta entonces, había mirado el mundo con ojos de niño y de que era hora de verla como un adulto. Esta vez sí: Ya era una persona sensata y me enfrentaba al mundo con otra perspectiva.
En mi vigésimo cumpleaños ya sabía que había estado equivocado y que, hasta ese momento, ho había sido el adulto que creía. Esta vez sí: Ya era una persona sensata y me enfrentaba al mundo con otra perspectiva.
Con los veinticinco vi claro que la madurez es algo que tarda en llegar, y ya había llegado. Esta vez sí: Ya era una persona sensata y me enfrentaba al mundo con otra perspectiva.
A los treinta supe que siempre me había engañado a mí mismo, y que ya era hora de ver la vida con objetividad y madurez. Esta vez sí: Ya era una persona sensata y me enfrentaba al mundo con otra perspectiva.
Pero, ahora que cumplo treinta y cinco soy consciente de que esta vez sí: Ya soy una persona sensata y me enfrento al mundo con otra perspectiva.
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Quizás es un poco calurosa para este tiempo de verano, pero puede ser una forma divertida de sorprender a tus compañeros en las largas horas de atasco.
Ia! Ia! Cthulhu R'lyeh!