Copiado de madvillainy blog, vía Tripix
El Orsai (Hernán Casciari) es un cachondo.
Tengo que admitir que de un tiempo a esta parte no lo sigo mucho: Con este tío tengo el problema de que nunca sé cuando va en serio y cuando hace literatura, pero esta parece que es de verdad, y la cosa tiene su gracia.
Un columnista del periódico valenciano Las provincias encuentra en Internet un texto y, sin que al parecer se le pase por la cabeza consultar quién puede ser su autor original, lo intertextualiza (O sea, que lo copia más o menos literalmente), lo firma con su propio nombre, y lo envía al periódico.
EL texto plagiado resulta ser un post del Orsai y, naturalmente, algún lector suyo tendrá que haber en Valencia. Al final se iba a acabar enterando.
Un bloguerillo cualquiera se habría limitado a cabrearse y escribir un post quejándose amargamente (te lo digo yo, que lo sé de buena tinta), y protestando de lo chungo que es lo de ser un blogerillo cualquiera.
¿Y qué crees que hace el Orsai?
No sé cómo se entera del teléfono del tipo, le llama y, en lugar de gritarle como un energúmeno, le hace una entrevista.
Lo que yo te diga: El Orsai es un cachondo.
[...] Porque era desde la misma España que había pasado el plumero para limpiar 40 años de dictadura, y no desde un civilizado país eurocéntrico ni de un fortín del parlamentarismo. El día que Garzón ordenó la detención y extradicción de Pinochet experimenté algo parecido a lo que sospecho que es el patriotismo.
Recortado de El Dulce Porvenir
"Tengo una mente abierta, pero no tanto como para que se me caiga el cerebro al suelo".
Richard P. Feynman, citado por Carl Sagan en "El mundo y sus demonios".
Con los movimientos de capital sucede como con los novios: por mucho que se empeñe alguna despechada, no se roban, se van ellos solitos por voluntad propia. Vamos, que si una multinacional se va a deslocalizar a Hungría no es porque los húngaros nos hayan robado al jefe ni tampoco porque éste sea malo, sino porque, sencillamente, son más sexys.
Recortado de Magda Bandera: Distintas formas de robar