Es la comidilla en ciertos entornos blogueros: JJ es Borjamari. Ha llegado el escándalo.
Muchos lo suponían ya. No había más que observar las miradas de sospecha que se lanzaban en las kedadas y, a veces, los forzados silencios que se producían.
Las pruebas son incontrovertibles. Blogueros serios y confiables de todo el mundo afilan sus teclados, dispuestos a apurar la noticia.
Esperaremos nuevas revelaciones, porque JJ es Borjamari, y eso va a revolucionar las redes sociales, el bloguerío, y no sé cuantas cosas más...