Te duchas, porque eres una persona limpia y hay que oler bién.
El gel de baño es del todo a cién, pero con aroma de manzana verde. De hecho, también es de color esmeralda, transparente y brillante. Aunque, si el bote supiera hablar, te diría que no sabe lo que es una manzana, ni verde ni roja.
El champú en cambio parece una melaza oscura. O, mejor, miel de caña. En la etiqueta dice que es "a los frutos silvestres", pero tiene el mismo contenido en bayas y moras del que tenía de manzanas el gel.
Para que tu pelo no parezca una alambrada usas un acondicionador, lo que significa algo así como encerarse el cabello con un producto cuyo fabricante asegura que tiene estracto de melocotón. El único melocotón que problablemente tenga es el que aparece dibujado en la etiqueta, claro. Pero, eso si, huele como jamás habrá olido el mayor melocotonar de la historia.
La química hace milagros.
Te secas rápido, que hace mucho frío, te vistes, acabas de arreglarte, y sales de casa. Ya que te has lavado, habrá que lucir higiene por ahí.
En el ascensor te encuetras con tu señora vecina, la que siempre te examina con esa mirada crítica que comparten las vecinas de cierta edad y los comerciantes de ganado.
Parece que quiere decirte algo, pero no se atreve.
En el momento en que el ascensor toca la planta baja se decide y, con la mayor naturalidad te pregunta:
¿A cómo tienes el kilo de naranjas de zumo?
La culpa es solo tuya, por ir por ahí oliendo como una frutería.
(Esta es una situación fundamentalmente ficticia, cualquier parecido con personajes, lugares, productos o situaciones reales es fruto de una notable casualidad digna de comentarse en reuniones de amigos.)
¿Conoces la respuesta a la vida, el universo, y todo lo demás?
¿Sabes lo que es un Pez Babel?
¿Consideras que una toalla es indispensable para viajar por la galaxia?
¿Crees que un robot puede ser depresivo?
¿Confiarías en una guía en cuya portada se lee "No se asuste"?
¿Te preocupa que la tierra pueda ser demolida para construir una autopista galáctica?
¿Te suena de algo la Energía de la Improbabilidad Infinita?
Si has respondido SI a todas las preguntas anteriores, seguro que te interesará saber que ya está disponible el trailer de la película La guía del autoestopista galáctico.
Y tiene muy buena pinta.
Pero, en el lamentable caso de que no sepas de qué demonios te estoy hablando, no te preocupes. Todo tiene solución.
La guía del autoestopista galáctico es una divertida novela del desaparecido escritor inglés Douglas Adams. Bueno, en realidad es una trilogía... en cinco partes.
La serie es una continua sucesión de absurdos, gags, situaciones divertidas y chistes, con su poco de filosofía y su poco de crítica, y comienza cuando, como te he apuntado arriba, la tierra es demolida para construir una autopista galáctica. El protagonista consigue sobrevivir gracias a que su mejor amigo resulta ser un extraterrestre haciendo turismo, y juntos salen de la Tierra haciendo autoestop...
En mi opinión, Douglas Adams es al género de la "ciencia ficción" lo que Terry Pratchett es al "medieval fantástico" (Aunque prefiero a Pratchett, la comparación es casi obligada).
Dificilmente podrás encontrarlos en librerías, porque están agotados en todas partes, pero la serie está disponible en Internet haciendo una pequeña búsqueda de sus títulos. De todas formas, te los pongo aquí, juntitos, para que te ahorres ese trabajo. No anoto de dónde los he sacado, porque los escaneadores de libros prefieren ser discretos a ese respecto.
Guía del Autoestopista Galáctico
El Restaurante del Fin del Mundo
La Vida, el Universo y Todo lo Demás
Hasta Luego, y Gracias por el Pescado
Informe Sobre la Tierra: Fundamentalmente Inofensiva
Que los disfrutes.
BigBrother, el servidor web de la empresa donde trabajo, se ha jodido.
Pero jodido de verdad: Me han dicho que cosa de unos condensadores moribundos, pero el ambiente anda demasiado tenso y liado como para ir pidiendo detalles.
Un webmaster sin web es como un jardinero sin jardín.
Leo la noticia en el blog de bruto y me hago eco de la campaña de Committee to Protect Bloggers, que convocan para hoy el "Free Mojtaba & Arash Day": Un día por la libertad de expresión.
En realidad, lo único que teienes que hacer es publicar hoy un port con este título y, si quieres, comentando el tema. Como ves, nada más fácil.
Porque no en todos los blogs se dicen tonterías del calibre de las que aparecen por aquí. Algunos blogueros se arriesgan a pagar multas o ir a prisión por hablar libremente.
Otros, de hecho, se juegan el cuello por decir lo que dicen.
En todo el mundo, a muchos gobiernos les sientan muy mal las críticas. Y hacen que les sienten realmente fatal a sus críticos.
En Irán, por ejemplo, hablar libremente puede ser dificil y peligroso.
Si lo haces en la calle o en un café, quizás aparezca un policía y pases una noche encerrado en una prisión no muy agradable.
Pero, si lo haces en tu blog, las cosas pueden ponerse muy serias.
Arash Sigachi es un periodista "tradicional" al que, por decir lo que pensaba, le cerraron el periódico. Para no callar, comenzó a escribir un blog. Eso le costó, en enero de este año, ser detenido.
La noticia de su detención fué reflejada por otro bloguero iraní, el adolescente Mojtabi Saminejad, en su propia bitácora.
También fué a la carcel por ello.
Aún siguen encerrados.
Como gesto simbólico o como medida de presión, no lo sé, pero este post es por ellos: A veces estas cosas tienen resultado, y consigues que un gobierno libere a un preso de conciencia o que, al menos, sus condiciones mejoren sensiblemente.
Por Mojtaba y Arash. Por todos aquellos que, en cualquier parte del mundo, no pueden hablar en libertad. Por todos nosotros. Por nuestra propia dignidad.
Hoy, 22 de Febrero de 2005, pido la libertad para Arash Sigachi y Mojtabi Saminejad.
En la novela de Tabucci "Sostiene Pereira" (y creo recordar que en la subsiguente película homónima también), el antiheróico, gordo y anciano protagonista (el Pereira en cuestión) se dedica a escribir las notas necrológicas de escritores célebres aún vivos, con la idea de tenerlas preparadas para cuando les llegue el fatal (e inevitable) momento.
No deja de tener su lógica: Después de todo, acabarán muriendo necesariamente y, para cuando llegue el caso, mejor es tenerlo ya todo listo que tener que montarlo precipitadamente y que salga mal.
Pereira, que no era tonto, además escogía aquellos que ya tubiesen una edad arriesgadamente avanzada o un precario estado de salud.
Pues la cosa es que la realidad, como siempre, supera a la fantasía: Acabo de leer una nota en Yonkis que dice que en Esmas.com hay alguien con la misma previsión que el mencionado Pereira, y que ya tienen preparado el obituario de Juan Pablo II.
Presta atención a los huecos marcados con puntos suspensivos, listos para rellenar los datos que aún son inseguros:
El guía de la iglesia murió a causa de un... a los ... de edad
El artículo lo firma un tal Miguel Camacho, y es de suponer que es a él a quién debemos tamaña muestra de previsión. No puedo evitar la tentación de hacer los ovbios chistes fáciles, y decir que sin duda es un hombre con visión de futuro. Todo un adelantado a su tiempo.
No dudo que esto es algo que harán en muchas redacciones, aunque, la verdad, quizás hubiese sido mejor guardar la necrológica en un archivo privado, en lugar de ponerla en la Web...
Vivir para ver.