Resulta descorazonador ver como hombres valerosos y grandes paladines de la humanidad se ven desplazados del conocimiento público por esa especie de "estanqueidad" que parece que tanto se dá en Internet.
Me explico. En la web en español, la modelo Laetitia Casta tiene, según google, 51.300 entradas. Kasparov, un simple jugador de ajedrez, tiene 29.400 apariciones. Incluso un pobre anónimo miserable como yo, goza de sus inmerecidas 2.250.
Pero, sin embargo, un hombre de la talla de Troy Hurtubise, que debería ser ejemplo y estímulo para todos nosotros, debe conformarse con 20 ridículas entradas. Los hispanohablantes no sabemos apreciar a los heroes de su talla. No sabemos lo que nos perdemos.
Cuando, a los 19 años, Troy Hurtubise tuvo un encuentro con un oso, no sabía que se acababa de desencadenar ua serie de acontecimientos que le marcarían de por vida, y le harían merecedor, entre otras cosas, de este post.
Porque Troy Hurtubise es el inventor y constructor de la escepcional armadura de protección contra osos "Ursus Mark VII".
(No te pierdas las especificaciones técnicas de la armadura, ni los test a los que la han sometido)
Con este impresionante dispositivo, Troy Hurtubise es capaz de enfrentarse cuerpo a cuerpo con un impresionante oso pardo y salir indemne.
Troy Hurtubise es poseedor del premio IgNobel a la seguridad laboral de 1998 "por diseñar, y comprobar personalmente la eficacia de un traje blindado a prueba de ataques de osos grizzly".
Hombre como estos, que superan las miserables limitaciones que la natiraleza nos impone, son los que deberían servir de ejemplo a las generaciones futuras.
Vale, ya me dejo de coñas y chorradas.
Pero ¿A que el trajecito blindado ese mola mogollón?