Cuentan (aunque la anécdota parece demasiado elegante para ser cierta) que un día, despues de una clase, un alumno preguntó a Bertrand Russell:
¿Es cierto que si un sistema contiene aunque sea un enunciado falso, se puede demostrar cualquier cosa con él?
Por supuesto -Respondió Russell.
Entonces, si aceptamos que dos y dos son cinco ¿podría demostrar que usted es el Papa de Roma?
Claro, es fácil:
Si 2 + 2 = 5, entonces 2 = 5 - 2, por lo que 2 = 3.
Restando uno resulta que 1 = 2.
El Papa y yo somos dos y, por tanto, el Papa y yo somos uno.
Q.E.D.