Y es que tengo claro que quiero ver a la gente como De Juana —que mató a 25 personas, el muy Jolagran, no lo olvidemos—, mucho tiempo en el talego. Lo que me acojona de la cuestión es que a uno le puedan cambiar las reglas, el tablero y hasta el taburete por una polla, en mitad de la partida. O que dichas reglas dependan de quién seas. Porque uno debe de poder confiar en el sistema. La Justicia debe llevar venda, espada, balanza y túnica. No un parche, un sable, un loro y las tetas al aire.
Recortado de Halón Disparado » Basta de pensamiento binario (o Las tetas de la Justicia)
Comentarios
Si la ley estaba mal y permitía que un asesino salga libre lo que hay que hacer es cambiar la ley para que no vuelva a pasar en vez de sacarse de la manga una nueva condena para quedar bien de cara a la galería.
Puede no gustar, pero es estúpido apelar a La Justicia.