Desde que el Ark escribó este post, tenía en el tintero escribir mi propia versión, aunque solo sea por la cosa de autojustificarme.
Porque, como tú ya sabes muy bién, soy un tipo bastante raro. Y un tipo raro debe tener costumbres raras. Y leer cosas raras.
Todos los meses, en torno al día 15, voy al mismo quiosco en busca de mi prensa mensual.
Mi prensa mensual consiste en estas tres publicaciones (creo que alguna vez lo he comentado en alguna parte):
Le Monde Diplomatique (edición española). "El Diplo" (que, en puridad, no tiene formato revista, si no de periódico) es una edición filial (aunque independiente) del mundialmente famoso periódico francés "Le Monde". Y la Edición española es eso mismo, la versión de este pais donde vivo, que tiene la singular ventaja de estar en español. El Diplo tiene la particularidad de tener gente escribiendo desde todas partes, icluídos esos países que no suelen salir en el resto de publicaciones. Además, tiene ese punto "neo-izquierdista-antiglobalización-pero-moderado" que dá muy buén look a una revista de opinión. Su principal desventaja es que es muy francés (el que haya leído prensa francesa alguna vez sabe a qué me refiero). El segundo defecto es que, al ser mensual, a menudo va desactualizada. Pero lo más importante es que pasear por ahí con el Diplo debajo del brazo dá una imagen de intelctual moderno de lo más "guay". En realidad, lo compro solo por eso.
Investigación y Ciencia. "Investigacioniciencia" (A veces se escribe con las inciales "IyC", pero no conozco a nadie que haya podido darle un nombre pronunciable más corto a esta) es una revista de divulgación científica. No es de esas de "primera publicación", por lo que sus contenidos no son inaccesibles geroglíficos en lenguas herméticas, y la puede leer un ignorante como yó sin que se te quede demasiada cara de tonto. En ella aparece material de lo más variado, desde la teleportación cuántica hasta la física del último jugetito del Ark. O sea, de todo.
El viejo topo. "El Topo" es una revista de opinión de "marcada tendencia política izquierdista" (quiero decir, que es más roja que un bolchevique en confite de fresas). El Topo cunple este més su número 200 y, además, trae una entrevista a Víctor Carceler (quién, entre otras cosas, es el administrador de la XEiLL) a cuento del software libre. Teniendo en cuenta que no es una publicación especializada y que (como todo este tipo de revistas) suele tener una especie de inclinación por las humanidades, el artículo es sorprendentemente bueno. Está bién que estos temas salgan del "Guetto friki" y se hable de ellos en la prensa "de letras" (Despues de todo, el software libre NO es un tema informático, si no un tema social).
El quiosco en cuestión es este de la foto, en la plaza del Campillo:
El que vaya siempre al mismo quiosco es porque la señora que lo gestiona ya me conoce, sabe que siempre me llevo lo mismo y, en cuanto me vé aparecer por el fondo de la plaza, me prepara el pack listo para llevar. De todos modos, como es una mujer prevenida, cuando llego a su minúscula ventanilla se asegura "Las tres ¿no?" y, si hay alguna edición especial o algo parecido, trata de colocarmela: "Te he guardado una de estas, por si te interesaba". Y a mí, normalmente, me interesa.
También voy siempre al mismo quiosco porque la susodicha señora me cae bién, todo hay que decirlo.
Lo de que sea precisamente sobre esa fecha también tiene justificación: Las tres publicaciones llegan a los quioscos en distintas fechas y, para ese día, ya suelen haber llegado todas.
En realidad, me podría suscribir a las tres revistas, me las mandarían por correo, y me ahorraría el viaje. Pero me gusta darme mi paseo mensual al quiosco. Es una especie de rito.
Por cierto: La señora quiosquera ha sido la primera persona en desearme una buena entrada de año para el 2005. Como solo nos vemos de día quince a día quince...
Comentarios
Mmmm... Ya puedo oler la pasta...