Como es razonable para un 14 de julio, en la calle hace un calor sofocante, y a media tarde será un completo infierno.
Un día como hoy apenas se puede salir. Nada de empezar a corretear por las calles, ni soñar con juntar gente para alzarse en armas y, mucho menos, ponerse a tomar la Bastilla, con este calor.
Para las revoluciones, mejor primavera. O esperar al otoño.
Pero es que los franceses son gente muy rara.
Comentarios
De hecho los franceses son una gente algo peculiar. ¿A quien se le ocurre hacer una revolución en plenas vacaciones? ;-)