Cuando conocí el Tao de la Programación pensé: "¡Bueno! Esta es una de esas cosas que crean escuela, seguro que hay cientos de tipos por ahí que han escrito su propia contribución...".
Lo cual demuestra mi escasa capacidad para comprender la mente humana: Salvo las múltiples copias y traducciones, nadie ha añadido nada al escrito original compilado por Duke Hillard.
Y, como creo que el tema da para más, voy a intentar escribir de vez en cuando un nuevo cuento del Tao de la Programación.
A lo mejor me sale algo aceptable.
Comentarios