Aznar se ha autodefinido como un "ecologista sensato".
En principio, me parece bueno lo de ser "ecologista" (aunque corre por ahí cada cosa con ese nombre...). Y, por supuesto, me parece también estupendo lo de ser "sensato", de modo que la conjunción de ambas cosas debe ser buena, supongo.
El matiz viene cuando te explican que lo ha hecho durante la presentación del libro "Planeta azul (no verde)" (Originalmente se titulaba "Planeta azul en grilletes verdes", pero supongo que la intencionalidad era demasiado evidente) del economista y presidente de Checoslovaquia Vaclav Klaus.
Básicamente, el argumento de Klaus es el siguiente:
Sí, Klaus es un "defensor de la libertad" que se revela contra lo "políticamente correcto" y el "pensamiento único", y denuncian a "los abanderados del apocalípsis climático" que constituyen "una nueva religión que condena a la hoguera en la plaza pública a aquellos que osen poner en duda sus tesis, sus pronósticos o sus admoniciones" y que "que aspiran a acabar con nuestra libertad".
De modo que, al final, parece que Aznar ni es tan ecologista, ni tan sensato.
La realidad del calentamiento global, sus causas y las medidas a tomar no se puede determinar por el hecho de que Al Gore o Vaclav Klaus te caigan mas o menos simpáticos, ni porque las cosas encajen mejor con tu teoría económica favorita.
Aún en el caso de que los ecologistas fuesen una caterva de demonios criptoestalinistas que, en palabras de Klaus, "quieren dirigirnos en todo lo posible y también en lo imposible", no son ellos tampoco los que deciden si hay pruebas o nó.
Aznar admite su principal problema en esta cuestión al decir que:
No sé si hay un cambio climático en el que es –o no– determinante la acción del hombre. No lo sé porque no soy un científico experto en estos temas.
Yo tampoco lo soy, de modo que le daré al señor Aznar mi receta personal para poder enterase: Preguntar (o leer) a los que sí son científicos expertos.
Pero, claro, hay muchos que se dicen expertos del tema. ¿Cómo reconocerlos?
Paradójicamente, preguntando a otros expertos. Lo que nos llevaría a una regresión infinita si no fuera porque la investigación científica ya hace mucho que resolvió eso gracias a las publicaciones especializadas, a la revisión por pares, los índices de citación (perdonadme el barbarismo) o el factor de impacto.
Básicamente, y por no hacerlo muy complicado, la cosa consiste en ver cuántas publicaciones en las revistas especializadas ha hecho alguien, y cuanto han recurrido a su trabajo otros científicos.
El sistema tiene sus fallos y sus ventajas, pero es el que hay, y hasta ahora suele funcionar bastante bien. Por muy lioso que parezca, el progreso científico (que, como dice el mismo Aznar, es "uno de los pilares del avance de la Humanidad") se basa en este embrollado método.
El señor Vaclav Klaus parece que es un reputado economista, pero en cuestiones de climatología aún no ha publicado nada. De modo que puede seguir dudando de esto del cambio climático y sospechando del contubernio marxista-ecologista, que los que sí que saben de ello dicen que la cosa está chunga.
Pero claro, es que ellos están vendidos a los ecologistas.
No, señor Aznar. Lo sensato no es creer lo que usted quiera creer, lo que diga su amigo Klaus o lo que cuadre con su ideario económico. Lo sensato es escuchar a los que saben. Para ser un "ecologista sensato" necesitaría ser un poco más ecologista, y mucho más sensato.
Comentarios
El primo de Aznar.
http://www.liberalismo.org/articulo/197/29/extraterrestres/causan/calentamiento/global/
Crichton era una persona con una profunda formación científica, y denuncia, en mi opinión acertadamente, el uso de la ciencia como medio de promover ciertas políticas y asustar a la población. Creo que sus críticas son pertinentes.
Aquí hay un meteorólogo de Deusto que es escéptico con las teorías del cambio climático y las explicaciones que se dan:
http://antonuriarte.blogspot.com/
Las conclusiones que estos científicos escépticos con el cambio climático lanzan no es que no exista, o que las razones son estas o aquellas: es que no tenemos conocimiento suficiente y todas las predicciones hasta la fecha se han probado falsas.
Evidentemente, reducir la contaminación y buscar energías alternativas y limpias siempre será una buena idea, cambio climático o no. Pero no creo que ciertas demagogias apocalípticas sean ciertas, ni creo que el escepticismo sea la excusa que idiotas como Aznar necesitan para defender que lo que hay que hacer es dejar que las corporaciones hagan lo que les salga del nabo con el medio ambiente.
Gora: Tampoco habría sido mala idea del todo.
Desafecto: Ergo la culpa es de los que "nos tocamos".
jose: Talmente. Del mismo modo que las críticas a la evolución suelen venir de colectivos religiosos, la oposición al cambio climático tiende a tener un origen en organizaciones con intereses económicos.
Imperator: Mi problema es que no consigo explicarme de modo que se me entienda, pido disculpas.
Como resumo arriba "la cosa consiste en ver cuántas publicaciones en las revistas especializadas ha hecho alguien, y cuanto han recurrido a su trabajo otros científicos". Crichton podría ser un señor muy cultivado (y un popular escritor de SF), pero anda chungo en temas de publicación científica. No es una referencia válida, por muy razonable que suene. Para una crítica de cómo la estructura científica apoya al consenso político, te recomiendo a Chomsky. Para la inversa (cómo el avance científico se "encastra" en el,entorno social), probablemente Kunh y Weber sean un buen comienzo. Pero Crichton no vale. Es JUSTAMENTE ESO, y no otra cosa, lo que trato de decir a lo largo de todo el post.
Leo mucho a Anton Uriarte, y su caso es evidentemente distinto al de Crichton. Pese a que Uriarte tampoco tiene demasiadas referencias (he encontrado -en Dialnet- 13 publicaciones, incluyendo sus dos libros), al menos el sí puede hablar del tema con conocimiento, y sus opiniones son, no sólo interesantes, sino relevantes.
Pero él mismo reconoce que su opinión es tremendamente minoritaria. Tú o yo, como personas que estamos pez en climatología, estamos obligados a hacernos la pregunta: "¿Qué opinión es más relevante? ¿La de unos pocos expertos o la de muchos expertos?". Una opción (la de Aznar) es tomar la opinión que más me guste, otra es asumir (quizás incorrectamente) que la mayoría de expertos, que publican y someten a comprobación por pares sus teorías, deben estar mejor encaminados.
Cierto es que ciencia y política están enlazadas en el contexto cultural y social, pero eso es algo que tendrás que asumir tanto si tu tesis es una como si es otra. Debes demostrar que los que están en contra del consenso son "Quijotes" independientes, y que los otros son unos "vendidos", y no al revés.
Por último, estamos de acuerdo en que no hay que caer en "la histeria del cambio climático" ni en "ciertas demagogias apocalípticas". Pero, como intentaba aludir en el post, la ciencia sobre el cambio climático no la hacen ni Greenpeace ni Crichton, la ciencia la hacen los climatólogos.
Lo cual no tiene nada que ver con que tú o yo nos hagamos una u otra opinión, pero es que nosotros sólo podemos llegar hasta donde nuestro limitado conocimiento llega. Sólo podemos decidir qué criterio vamos a seguir para distinguir lo que es relevante y lo que no.