Estupideces, medias verdades y flagrantes mentiras de los obispos aparte, el condón es, acutalmente, el arma más eficiente de la que disponemos en la lucha contra el SIDA.
Pero, tranquilo, hoy no es mi intención descargar mi hiel sobre la curia, a pesar de todo.
Los condones tienen dos efectos sobre el SIDA: El primero, inmdeiato y ampliamente conocido, es de actuar como barrera. Si los virus no sobrepasan la capa de latex y no llegan a tí, no puedes infectarte. Obvio.
El segundo es mucho más interesante y sutil, tiene que ver con la selección natural y esas cosas que comento por aquí de vez en cuando, y es de lo que realmente quería hablarte hoy (Lo del SIDA, en realidad, es una escusa).
Pongámonos en sutuación:
Cuando una persona está infectada por el virus del SIDA, lo que tiene en su cuerpo en realidad es una población de virus ligeramente diferentes (porque el virus muta dentro del organismo). Algunos de ellos son más activos y se reproducen más rápido que otros.
Estos virus están, en cierto modo, en competencia entre ellos. En una especie de carrera a vida o muerte, aquellos virus más rápidos en reproducirse e infectar nuevas células aventajan a los otros.
Esto hace que, normalmente, se seleccionen las cepas del virus más insidiosas.
Si solo contara este efecto, la enfermedad sería cada vez más rápida y mortal, pero estamos mirando esto a la escala de un solo organismo enfermo. La enfermedad tiene que transmitirse entre hospedadores (o sea, contagiarse), y los virus tienen aquí un problema.
Porque, si la enfermedad es muy rápida en matar o inutilizar a su hospedador, este no podrá transmitirsela a otros.
Voy a intentar explicarte esto mejor con un ejemplo simplificado:
Supongamos que hay dos enfermos con dos distintas cepas de virus. El primero de ellos tiene una enfermedad de efecto rápido acaba con él en un año, y el segundo tiene otra más lenta que le permite diez años de vida.
Suponiendo que un enfermo tiene la posibilidad de contagiar a una persona al año, el primer enfermo (el rápido) solo podrá contagiar a otra persona. Mientras que el segundo (lento) podrá contagiar a diez nuevas víctimas de la enfermedad.
Esto otorga una ventaja selectiva a los virus "lentos", que pueden propagarse más en la población de hospedadores.
En el ejemplo hablo de virus que "matan" a sus hospedadores, pero esto no es necesario para que se dé este efecto: Simplemente con que las posibilidades de contagiar a otra persona se vean reducidas, los virus de ese enfermo, como grupo, se verán perjudicados.
De modo que la selección individual dentro del organismo enfermo tiene una tendencia opuesta a la selección de grupo entre organismos hospedadores. A pesar de que dentro de cada enfermo se tiende a un aumento de la actividad de los virus, se puede ver que en la población de hospedadores en general, hay un valor límite del que no pasa la enfermedad.
Esto es una forma del llamado "conflicto genómico" (más concretamente, habría que decir "conflicto genómico entre niveles") y es, probablemente, uno de los aspectos más interesantes de la selección natural.
vale, pero ¿qué tienen que ver aquí los condones?
Porque al usar preservativos introducimos un nuevo elemento en la ecuación que prima a los virus "lentos" respecto a los "rápidos". Si la gente usa condones (aunque no lo haga todo el mundo ni todo el tiempo), las probabilidades promedio de que se transmita la enfermedad disminuyen y, por tanto, se dá aún más ventaja a las cepas que tengan efectos menos deletereos para el hospedador. Las cepas mas insidiosas pierden ventaja en la población.
Veamoslo de este modo:
En el ejempo que hemos visto antes, las probabilidades de contagio eran de una al año. Supongamos que, en promedio, la gente usase el condón en una de cada dos ocasiones. Entonces, la probabilidad de que el virus pase a otro hospedador se reducirán a una cada dos años de media.
Por tanto, sorprendentemente, el uso generalizado de condones tiene un efecto beneficioso, incluso, sobre aquellos que no los usan. Porque hace más probable que sean afectados por una versión más moderada de la enfermedad.
Los condones son buenos hasta para los obispos.
En realidad, este post sobre el conflicto de niveles y la selección de grupos lo tenía ya hace tiempo en mente. Tenía pensado hablar del myxoma de los conejos, que es el ejemplo típico de esto, o de los gorgojos de la harina de Michael Wade, que es el experimento más famoso. Pero creo que es más interesante (y clarificador) hablar del SIDA y los condones. Además, hoy es el día internacional de la lucha contra el SIDA, y era esto, o cabrearme otra vez con las declaraciones de los obispos...
Comentarios
Bien, rectificar es de sabios, que dicen.
Aunque.. ¿tendrá algo que ver con la noticia que aparece también hoy que afirma que, según un estudio del Instituto Nacional de Juventud, ya somos más los jóvenes no creyentes que los católicos practicantes? Genios del marketing, eso es lo que son.
http://www.campanilla.info/index.php?p=147
Por cierto, esto que dices de "los condones son buenos para los obispos", es cierto por lo que cuentas sobre la selección de las cepas del virus, pero también porque los que no los usan sistemáticamente (que son católicos practicantes en un porcentaje superior a la media) tienen más descendencia en promedio que la media, y es una descendencia con más probabilidades de ser católica, como sus padres, y difundir las opiniones y la cultura de los obispos venideros, lo cual es bueno para los obispos, claro. Creo que la opinion de la iglesia católica confirma la teoría de la evolución: lo que hacen en definitiva es promulgar una cultura que intenta maximizar el numero de los futuros acólitos, es decir, sobrevivir y crecer como colectivo, como una especie, aseugrandose la supervivencia de sus memes (considerese el uso de la palabra "especie" en sentido amplio, no como un intento de igualar a los humanos con los animales, lo cual podría ser interpretado por algunos animales como una grave falta de respeto ;)
En realidad, he pensado en vivir del cuento, así, en sentido amplio. Lo que pasa es que todavía no sé como montarmelo. Respecto al asunto de los memes... Me reservo mi opinión por ahora, porque tendría que explicarla largo y tendido. Pero te adelanto que no soy muy "afecto" al Dawkins...
Hemos estado escuchando estos últimos meses, en especial a propósito de las jornadas internacionales contra el SIDA, lo mucho que se equivocaba la Iglesia al criticar el uso del profiláctico y lo "irresponsable" de un tal posicionamiento. La demagogia puede tener sus móviles para atacar a esa institución, pero la moral cristiana cuenta para su defensa con sólidas razones, proporcionadas por las cifras objetivas.
Examinemos los efectos de la planificación familiar promovida por el "progresismo" a través de dos casos, uno simple y otro complejo, a los que nos referiremos respectivamente como "Caso 1" y "Caso 2".
Caso 1.
Supongamos que la población sexualmente activa en un país X es de 100 millones de habitantes. El preservativo tiene una eficacia aproximada del 80%, aunque se vea notablemente reducida en países con una educación sexual deficiente. Un tercer dato, que podemos ignorar por ahora, es la frecuencia con la que un habitante de ese país mantiene relaciones sexuales. A mayor frecuencia, mayor posibilidad de infección.
Así que, en el mejor de los casos, la apuesta por el preservativo arroja 20 millones de infectados por el virus del SIDA en los próximos años.
Éste es el genocidio, en base hipotética, de los amigos del condón.
Caso 2.
Ahora digamos que en África, cuya población sexualmente activa asciende a 300 millones, un joven representativo logra un promedio de cuatro relaciones al año, que es más o menos el doble de las que mantendría un occidental en el mismo tiempo. Admitamos, sin embargo, que el ritmo de relaciones decrece al hallarse una pareja estable, cosa que puede suceder a los veintiséis años. Se reduce, pues, a una relación extraconyugal cada dos años, de modo que tenemos:
Fase A: De los 14 a los 26: 4 relaciones prematrimoniales al año.
Fase B: De los 26 a los 44: 1 relación extraconyugal cada dos años (asimilamos a cero el riesgo de la pareja estable).
Para la fase A (12 años) habría 48 infecciones potenciales (12 por 4). Disminuyamos la cifra a dos tercios, pues no todas las relaciones son de riesgo (hay un tercio de infectados en el África Subsahariana, y una relación la constituyen al menos dos personas). Es decir, 32 infecciones potenciales, que el factor de riesgo al 20% dejaría a 6.4 entre 12 años, esto es, a 0.53 por año.
Para la fase B (18 años) nos quedarían sólo 9 infecciones potenciales (18 entre 2). Reducidas a dos tercios, dan 6; de las cuales, substrayendo el factor de riesgo del 20%, nos quedan 1.2 entre 18 años, por lo que obtenemos un total de 0.06 infecciones potenciales por año.
Ahora imaginemos que de esos 300 millones de personas sexualmente activas, 220 están en la fase A y 80 en la fase B, lo cual es perfectamente verosímil. Así, tendríamos 116.6 millones (220 millones por 0.53) y 4.8 millones (80 millones por 0.06) de infecciones potenciales en los dos grupos. Ambos montos arrojan 121.4 millones de infecciones potenciales cada año.
Pero, podría contestarse, nadie puede quedar infectado más de una vez. Y es cierto. Concedamos que de los 121.4 millones de infecciones potenciales, sólo el 40% se realizan. Luego, se convertirían en 48.6 millones de infectados anuales, que es una cifra harto considerable. Ello sin contar con el incremento anual del factor de riesgo, de rápida tendencia ascendente a medida que aumenta el número global de seropositivos.
Conclusión.
El preservativo es, para entendernos, la vía libre o "bula" a las relaciones prematrimoniales y extraconyugales. Ha quedado claro que las relaciones seguras entre cónyuges o parejas de hecho consolidadas reducen el riesgo a cero, o, en caso de infidelidad, lo disminuyen grandemente. Usar preservativo en dichos supuestos puede ser útil a efectos de planificación familiar, pero no de evitar el contagio, si ambos miembros están sanos. Y ése es el tema que estamos tratando aquí.
El "progresista" asume en primer lugar que los hombres (no digamos ya los de los países subdesarrollados) son promiscuos por naturaleza. En segundo lugar, que la política de la Iglesia resulta "antinatural" por pretender circunscribir las relaciones sexuales al matrimonio. Pero él, el librepensador, está muy lejos de no intervenir en la libertad individual, y en tanto que interviene, incide a efectos demográficos, económicos y sociales. Ahora bien, mientras que el preservativo contribuye a fijar esa promiscuidad de la que hablamos, la Iglesia consigue lo contrario, diluirla. O al menos lo intenta. Y lo lograría con mayor facilidad si 1) la población africana fuera plenamente consciente de los peligros del SIDA, y 2) no adquiriera una falsa seguridad gracias al profiláctico. Se ha demostrado, además, que la promiscuidad es la causa principal del contagio, y que el preservativo ni es capaz de reducirla -más bien la fomenta- ni elimina el riesgo al cien por cien.
Saludos.
Daniel.
http://www.miscelaneateologica.tk
Espero haber subsanado ese error con esta nota.
Ahora un reto a los lectores: Dados los siguientes argumentos:
1- Lo mejor para no tener accidentes automovilisticos es no conducir.
2- El cinturón de seguridad no siempre es efectivo.
Demostrar que el cinturón de seguridad es peligroso, sin que suene estúpido. (Se permite el uso de la expresión "falsa seguridad")
Saludos.
Daniel.
De verdad, me alegro mucho de que te muestres tan conciliador y dispuesto a aceptar el preservativo. Asumo por lo que dices que, al contrario que la iglesia católica, estás dispuesto a aceptar el uso condón "si su protección compensa el riesgo asumido".
Sin embargo, hay algo que me sorprende un poco: La única vez que mencionas el preservativo en todo tu cálculo es para REDUCIR la cantidad de personas infectadas a un 20% (dado tu cálculo basado en los embarazos, sería más correcto hablar de un 12-14%, pero no creo que merezca la pena discutir esto). El caso es que he intentado repetir tu propio cálculo omitiendo la variable "condón" y me sale, evidentemente, una cifra de infectados cinco veces mayor. De hecho, en solo dos años (y según tus cálculos), la población de infectados sería enormemente superior a la cifra de población "sexualmente activa" que aportas.
Hasta aquí, según tus cáculos, el preservativo parece todo ventajas. 48.6 millones de infectados anuales es un cifra mosntruosamente alta, pero enormemente mejor que 256 millones.
En cualquier caso, y para tu tranqulidad, te informo de que tus cifras son totalmente equivocadas (asumo que por desconocimiento, y no por perversidad).
Para empezar, y como ya te he comentado, la efectividad del condon como anticonceptivo anda más bién por el 86% (no las cifras teóricas en condiciones ideales, que van por el 98%, sino cifras "de campo", que contabilizan errores de uso.) La diferencia con tu cifra, estaremos de acuerdo, es minúscula: Apenas reduciría tu cifra final a los tres cuartos (70 % del total, concretamente).
Aunque esto es siguiendo tu cálculo. La eficiencia del condon como preservativo no tiene nada que ver con su eficiencia como anticonceptivo. Puwede ser mayor o menor, en función de muchas cosas. No todos los preservativos rotos generan un embarazo, y no todos los los preservativos rotos implican un contagio, y ambas cosas no tienen porqué darse en la misma proporción.
Para continuar, la proporción de enfermos de SIDA en el áfrica subsahariana es tristemente alto (el mayor del mundo), pero no es de uno de cada tres, como afirmas. Según la UNAIDS (el programa de la ONU para la lucha contra el sida, datos del 2004), la tasa de prevalencia en adultos (desde los quince años) es de 7,4 %. Esto reduciría tu cifra (otra vez) a algo menos de cuarta parte (un 22.2% que, añadido al anterior 70%, se queda en un 1.54 %).
Respecto a tus datos antropológicos (sobre las "costumbres sexuales africanas"), no tengo ni la más remota idea de donde las has sacado. Pero, la verdad, me encantaría saberlo. No me imagino al antropólogo al que se le ha ocurrido generalizar todo un continente de esa manera tan trivial.
Lo mismo digo respecto a los datos poblacionales (habitantes por edad en el continente) que das. No tengo ni idea de donde los has sacado, pero quisiera saberlos.
Por no hablar de ese gratiuto 40 % de posibilidades de "no estar ya infectado". Supongo que, simplemente, te ha parecido una cifra razonable ¿Y por qué no diez veces más o la décima parte?
Con esto no quiero decir que los datos estén más a favor o menos del uso del condón. Simplemente digo que tu cálculo no tiene ABSOLUTAMENTE NINGUNA validez.
Para finalizar, la previsión de infectados que resulta de esa caricatura de cálculo que haces es de 48.6 millones anuales. La cifra real para el áfriva subsahariana (año 2004, cifras de UNAIDS) teniéndo en cuenta que la mayor parte de la población no usa preservativos, es de 3.1 millones.
Insisto. No trato de convencerte (sé que no puedo, y para eso ya están los médicos) de que te pases al "lado pervertido". Simplemente digo que tus cálculos no valen nada. Que el esfuerzo invertido en ellos ha sido tiempo perdido. Lo siento.
Si alguien tiene dudas sobre la efectividad de los condones, por favor, que consulte a su médico. Él le hablará de la formas más clara y precisa.
Mucho más corto y "al grano" el tuyo, mucho más verborréico yo, para variar.
http://personal5.iddeo.es/magolmo/lancet.htm
Un saludo.
Daniel.
¡Ay, alma de cántaro!
Eso es agarrarse a un clavo ardiendo, amigo.
¿Pero no has dicho un par de comentarios más arriba eso de que comparar condones y cinturones de seguridad era una "Falsa analogía, mil veces repetida"?
¿Te contradices ahora a tí mismo? ¿En qué quedamos? Si lo digo yo, es falso. Si lo dce MAGolmo, es cierto. Por el bién de tu salud mental, aclarate antes de segur argumentando.
¿O es que, quizás, no has leído el artículo del Lancet?
Porque MAGOlmo habla de una nota de prensa en ZENIT (La agencia de noticas del Vaticano) que, a su vez, habla de un artículo en The Lancet.
No te preocupes, que estoy aquí para ayudarte:
Lo puedes encontrar (en inglés, me temo) aquí: http://www.zvestoba.silaq.org/clanki/lancet.php
El artículo en cuestión se titula "Condoms and seat belts: the parallels and the lessons" (Condones y cinturones de seguridad: Los paralelismos y las lecciones). De verdad que no entiendo como, a la vista de este título, argumentas sobre algo que crees una "falsa analogía".
Se trata de un viejo (Enero del 2000) artículo publicado en la sección de opinión "Viewpoints" (NO es una investigación) de la prestigiosa revista médica "The Lancet" (la lanceta).
TODO el artículo está asentado sobre la analógia (¿Sigue siendo falsa, irichc?) entre cinturones de seguridad y condones y,
Los autores afirman que es posible que se de un efecto de "compensación de riesgo" en los cinturones de seguridad que hiciera que fuesen menos seguros de lo que en teoría deberían ser (Nota que no dicen que sean inseguros, ni mucho menos perjudiciales) para, posteriormente, llevar la analogía a los condones.
Ten en cuenta que los autores, siguiendo la (¿falsa?) analógia de los cinturones de seguridad opinan que los condones podrían ser menos seguro de lo que debieran. lo que no dicen, como con los cinturones de seguridad, es que sea mas seguro NO usarlos. Muy al contrario.
Y ya sabeis todos: Para preguntar sobre los condones, id a vuestro médico. Es mucho más fiable que ignorantes como irichc o yo.
Sé que los demagogos sois extranjeros en el país de los matices, pero no es mi intención reformarte con sermones. Me doy por satisfecho si aclaro mi postura.
Concuerdo con The Lancet en que distintas formas de prevención conllevan actitudes de riesgo diferenciadas. Pero de ahí no infiero que la traslación de coordenadas de un ámbito a otro (sexualidad y conducción automovilística) sea perfecta.
Saludos.
Daniel.