El pasado sábado la gente de Bici crítica Granada organizó su primera Ciclonudista, coincidiendo con la IV Manifestación Ciclonudista Mundial.
Te seré sincero. Granada, pese a las buenas condiciones climáticas y geográficas, no es una ciudad muy dada a la bicicleta. Los de Bici Crítica montan una masa crítica todos los meses (el primer viernes, concretamente) para pedir la recuperación del espacio urbano pero, aunque tienen su tirón, no se puede decir que sean precisamente masivas. Si a esto le añadimos el carácter "conservador" que abunda entre los granadinos, mi previsión era que en el evento en cuestión se juntarían entre dos y cuatro personas...
Y me equivoqué. A pesar de que, al principio, la cosa pintaba mal.
A la hora de la convocatoria, en la plaza del Triunfo parecía haber más policías (locales y nacionales) que cilcistas.
No creas que suelen aparecer en todas las Masas Críticas, lo que ocurre es que la del sábado parecía tener más potencial como origen de disturbios, o algo de eso, supongo.
Cuando ocurre alguna manifestación que no esté centralizada por algún colectivo definido u otra cosa de este estilo, la policía se tiende a poner nerviosa. Saben que es algo que se sale de lo que están acostumbrados, sospechan que les puede dar trabajo extra, pero también saben que no pueden prohibirlo. De modo que suelen limitarse a hacer acto de presencia (por si la gente se desanima al verles) y hacer preguntas y pedir documentación más o menos al azar.
Simplemente hacen su trabajo.
El sábado, sin saber muy bién cómo encarar el asunto, hicieron notar que en la plaza del Triunfo están prohibidas las bicicletas (lo cual es cierto, aunque estas estaban simplemente aparcadas y ellos tampoco dudaron en meter su coche en la misma plaza), pero la cosa no pareció pasar de ahí.
El caso es que, entre unas cosas y otras, el asunto se retrasaba y la prensa se ponía nerviosa, al estilo de "O empezais pronto o no hacemos fotos". De hecho, algunos de ellos se hartaron de esperar y se fueron. Lo que, en mi opinión, es el mayor error de organización de todo el asunto, porque precisamente montaron esto para tener resonancia en los medios.
Al final se desplazaron a otra plaza menos concurrida para poder desvestirse, maquillarse y prepararse tranquilamente, se montaron en sus bicis, y se pusieron en marcha.
Ya te he dicho al principio lo poco dada que es esta ciudad a este tipo de cosas, por lo que yo diría que el que consiguieran juntar entre veinte y treinta personas (ochocientas si las contara Esperanza Aguirre) se puede considerar todo un éxito.
Los viandantes, al verlos, sonreían, se mostraban sorprendidos o aplaudían pero, sorpendentemente, no escuché críticas ni vi gestos de desaprobación. Supongo que esta ciudad no es tan mala como yo creo.
Se pasaron toda la tarde paseando con sus bicis, se divirtieron ellos y la gente que los veía pasar y consiguieron su objetivo de notoriedad periodística y cívica.
Enhorabuena.
Comentarios
Buena crónica!