Cuando contrates tu conexión a internet, asegurate de que te dan una IP que sea pequeñina y ágil. Porque las que son demasiado grandes, a veces, se quedan atrancadas en los cables.
No te pierdas a Campanilla y su divertido Caso de las IPs gordas (en tres actos):
- ¿Si? ¿te has podido conectar a mi modem desde alli?
- Efectivamnte asi es, señorita.
- ¿Como lo has hecho? esta desenchufado.
- Er .... un momento por favor no se retire.